«Al final de la legislatura Gipuzkoa tendrá encarrilada la solución de la problemática de los residuos, cumpliendo con el compromiso que adquirimos en 2015». Así se expresó el diputado general Markel Olano en la visita ayer a las obras de la incineradora de Donostia a cargo de la UTE Urbaser. El denominado «Complejo Medioambiental de Gipuzkoa» es ya una gran infraestructura con los edificios de las plantas de Tratamiento Mecánico Biológico y Biosecado prácticamente finalizados. Se ve a bastantes obreros trabajando, entre otras cosas, en la instalación de los hornos y el resto de los equipos industriales.

Tanto el diputado general como el de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio; el de Cultura, Denis Itxaso; y el director del consorcio GHK, César Gimeno, ataviados de casco y chaleco, mostraron su «orgullo» por «la buena marcha de los trabajos».

Asensio recordó la situación «heredada del anterior mandato de EH Bildu: sin infraestructuras de residuos, con los vertederos cerrados, una enorme deuda en GHK y con una dependencia hacia otros territorios». Dio por «superada» esa situación y se felicitó por que al final de la legislatura estará preparada la infraestructura «para gestionar el 100% de los residuos de forma ecológica, sostenible y eficaz».

Entre los puntos positivos, destacaron que se crearán 80 puestos de trabajo directos y otros 100 indirectos, y que la energía que se generará de los residuos «cubrirá las necesidades de 45.000 hogares».

Preguntados por las conversaciones con la Diputación de Bizkaia, Asensio repitió que están avanzadas, van «muy bien» y que «esta semana será crucial para una solución definitiva». GARA ha sido el único medio que anteriormente se ha preguntado reiteradamente por qué no llevaban las basuras de Gipuzkoa a Zabalgarbi, donde había sitio. «Curiosamente» ha sido una vez que la incineradora está lanzada cuando han empezado a exponer esa posibilidad.