Agustín GOIKOETXEA
INICIATIVA SOLIDARIA POPULAR

ATXURI ACOGE A LOS MIGRANTES QUE LAS INSTITUCIONES REPUDIAN

DIEZ NOCHES LLEVAN DECENAS DE MIGRANTES DURMIENDO EN UNA CANCHA DEPORTIVA DEL BARRIO BILBAINO DE ATXURI, ARROPADOS POR EL VECINDARIO. LA INICIATIVA SOLIDARIA, A LA QUE SE SUMARÁ LA PRÓXIMA SEMANA BILBAO LA VIEJA, SUPLE EL CALCULADO DESINTERÉS INSTITUCIONAL PARA EVITAR QUE BILBO SEA UNA CIUDAD DE ACOGIDA.

La solidaridad vecinal ha hecho posible desde el 10 de julio que medio centenar de personas cenen y duerman en las canchas deportivas del barrio bilbaino de Atxuri. Se trata de migrantes que, tras pernoctar tres noches en el albergue que gestiona Cruz Roja en Montaño, se encuentran desvalidos en la calle.

Durante estas jornadas, a partir de las 19.30, a las puertas del convento de los Dominicos que les brinda su ayuda, un grupo de solidarios prepara la cena a las decenas de migrantes africanos que después de deambular por las calles de Botxo o concentrarse durante horas en la plaza Fleming, en San Francisco, acuden a ese espacio deportivo de Atxuri para cobijarse y dormir.

Una de esas personas que les presta ayuda es Suli, que lleva tres años en la villa. Él ejerce de interprete, necesario para tratar de comunicar con muchos de los llegados de Guinea Conakry como él, Senegal o Camerún. De ese país es natural Zakaraia, que se afana en cortar ingredientes para el menú: ensalada, albóndigas de zanahoria y aceituna con tomate natural, acompañadas de patatas fritas.

El camerunés lleva un mes en Bilbo y participa en el grupo de cocina, otras personas lo hacen en el de limpieza o acondicionan el espacio donde duermen. Comenzaron bajando alimentos y utensilios de sus domicilios, aunque con los días han ido confeccionando turnos para mejorar la logística y atender las necesidades básicas de quienes acuden a Atxuri.

También les lavan la ropa, una necesidad que no atienden las instituciones a través de la Cruz Roja, les acompañan al médico o a recibir asistencia jurídica. Algunos quieren solicitar asilo, aunque la Policía española les está dando citas para febrero o abril; todo un handicap. También ha comenzado el acoso policial, que busca su expulsión.

«Nuestra labor no es sustituir a los servicios sociales, sino cubrir provisionalmente los espacios que el sistema deja. Nuestro trabajo –enfatizan desde la asociación vecinal Atxurigorri– es denunciar esta situación. Queremos más hechos y menos palabrería». Llevan días invitando a responsables institucionales a que les visiten y a que resuelvan esta problemática. No han recibido ninguna respuesta.

84 plazas libres en Montaño

Relatan que el miércoles solo cuatro personas lograron acceder al centro de Montaño, de las 88 plazas disponibles. La mayoría son rechazados porque han estado alojados tres noches ya, por lo que la regla establecida impide que repitan. El albergue tiene un horario de admisión de 19.30 a 22.00, lo que provoca que las personas que arriban a la capital a última hora de la tarde no lleguen. Ocurrió hace días, una docena de migrantes que viajaron en autobús desde Almería no tuvieron otra opción que acercarse hasta Atxuri, donde se les auxilió. Duermen una media de 40 a 50 personas cuando en Montaño la asistencia máxima ha sido de 20.

«Mienten cuando dicen que acuden a Termibus a recibirles. Si una persona está pendiente de solicitar asilo no se le puede dejar en la calle, a la intemperie», comentan los reunidos.

Su reivindicación es clara, que Bilbo disponga de un recurso atemporal donde se aloje a los migrantes en tránsito y se les asista en todo lo que requieran. Iñigo Santxo, de Ongi Etorri Errefuxiatuak, tiene claro que los responsables institucionales «no quieren que Bilbo sea una ciudad de acogida, solo de tránsito, por lo que tratan de que estas personas no estén cómodas y opten por viajar a otros lugares». «Es una política xenófoba», denuncia.