Anjel Ordoñez
Periodista
JO PUNTUA

Seguimos

Han pasado ya veinte años desde que el Estado español cerrara el diario “Egin” y la emisora “Egin Irratia”. Mediaba julio y en la memoria guardo el bochorno de aquellos días. Fue de noche. Como era costumbre. El juez Baltasar Garzón no quiso perderse su propio espectáculo, su actuación estelar, su afectada representación de alto inquisidor contra la abominación abertzale. Todavía me imagino en su cara una sonrisa, casi mueca, de satisfacción morbosa por la profanación de, con toda certeza, uno de los últimos vestigios de la auténtica libertad de prensa en este país.

«¿Creían ustedes que no nos íbamos a atrever?». La infamia, cuando camina de la mano de la prepotencia, hace brotar perlas como esta, con la que el entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, desnudaba la conjura preñada por los poderes del Estado para tratar de enterrar el derecho a la libertad de expresión de todo un pueblo.

“Egin” lo estaba haciendo bien, acaso demasiado bien. Los débiles niveles de tolerancia de una democracia ficticia, nacida de una transición inexistente, heredera de una dictadura sangrienta y rehén de estructuras de poder con décadas de impunidad a sus espaldas, no pudieron soportar la afrenta de un puñado de rojos y separatistas empeñados en construir su propio futuro en libertad. Libertad, palabra maldita para quienes, durante décadas, han hecho, siguen haciendo, de la opresión su bandera.

Hacía calor, decía, pero aquella noche se nos heló la sangre... No hay por qué negarlo. Pero fue solo por momentos. «Seguimos, seguiremos». Esa promesa, hoy cumplida, fue el titular con el que, al día siguiente del cierre de “Egin”, salía a la calle “Euskadi Información”, una suerte de milagro editorial, un periódico gestado en menos de 24 horas que llegó a buena parte de los kioscos de Euskal Herria para llenar el vacío dejado por “Egin”. Muy pocos meses después, GARA tomaba el testigo de un proyecto informativo que ha persistido hasta nuestros días. Con el ánimo intacto y el compromiso de adaptarse al nuevo ciclo histórico que vive Euskal Herria.