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LA IKURRIñA, ¿FUTURO «EMOJI» OFICIAL EN FACEBOOK, TWITTER Y WHATSAPP?

La campaña en Change.org para que redes sociales y plataformas de mensajería instantánea incluyan la ikurriña como emoticono en sus menús de inserción ya es marea. Con hasta 2.000 firmas diarias, sus impulsores ven muy posible conseguir el objetivo.

Los pequeños detalles guardan a menudo grandes significados, los primeros pasos, por muy cortos que sean, señalan muchas veces el inicio de las grandes marchas. Y en este caso particular, para los abertzales, ir ganando y consolidando espacios para la bandera de Euskal Herria, y hacerlo en el mundo digital donde la visibilidad y la viralidad lo son todo, adquiere un valor que va más allá de lo simbólico.

Ese es el objetivo de una campaña en la plataforma Change.org que solicita firmas para que Facebook, Twitter y Whatsapp incluyan la ikurriña como emociono en sus diferentes menús, dentro del apartado de «banderas». La petición surgida entre abertzales de diferentes sensibilidades e impulsada por el bilbotarra Iñigo Landa Larrazabal, en sus palabras «porque alguien tiene que poner nombre y apellido», se va convirtiendo en una marea y ha recogido ya más de 12.000 adscripciones, llegando a picos de 2.000 firmas por día.

Presión de cliente a compañía

La iniciativa, dirigida a los gestores de las redes sociales y de plataformas de mensajería instantánea, manifiesta que «las y los firmantes, mediante la presente iniciativa en Change.org solicitamos a los gestores de las redes sociales Facebook y Twitter, así como a la plataforma Whatsapp (que depende de Facebook Inc.) incluyan la bandera "ikurrina"/"ikurriña" (Bandera oficial de Euskadi, Euskal Herria, Basque Country) como "emoji" dentro de las opciones que ofrecen dichas redes sociales y la citada plataforma de mensajería instantánea en sus diferentes menús de inserción de "objetos"».

Según explica Landa, esta iniciativa popular no es en sí novedosa, ni tampoco exclusiva de los vascos. «Los galeses, escoceses, ingleses o gibraltareños tienen su bandera como "emoji" oficial, al margen de la de Gran Bretaña. Hace poco vimos que los canarios lo habían conseguido con la suya y contactamos con los promotores de aquella campaña. También teníamos presente que los catalanes lo intentaron con la estelada, pero les respondieron que la senyera sí pero la estelada no, aduciendo que esta no era oficial. En el caso de la ikurriña, a nosotros no nos podrán decir que no es oficial, aunque solo lo sea en una parte del país».

No obstante, Landa recuerda que esta vez han cambiado la manera de estructurar la campaña y que han aprendido de la que se hizo en febrero de 2017. «Entonces, enviamos casi 25.000 firmas directamente al consorcio Unicode –que incluye entre sus directivos a ejecutivos de Apple, Google, Facebook y otras grandes empresas de tecnología, y que es el lugar de donde vienen los emoticonos–, y rechazaron nuestra petición por un pretexto técnico –que suena a excusa– de falta de espacio. Aprendimos de aquella experiencia y ahora lo vamos a hacer de otra forma».

En concreto, van a enviar directamente las firmas y la petición a las empresas mencionadas, para que estas vean que miles de usuarios plantean una queja y exigen una nueva herramienta, y para que estas lo interpreten como una petición de los clientes a las compañías, para que así presionen al consorcio Unicode de la que forman parte.

Fuerza y optimismo

Otra cuestión que aprendieron los promotores es que este tipo de campañas funcionan mejor en periodo estival, y por ello han decidido concentrar sus esfuerzos en los meses de agosto y setiembre. «Los medios están más desocupados, tienen menos noticias y te atienden más y mejor. Y encima la gente está como más ociosa y tira más del móvil». Landa se muestra muy satisfecho por el nivel de adhesión que está concitando la iniciativa, tanto por el número de adhesiones como por la diversidad y referencialidad de las mismas, y remarca que personas muy conocidas del mundo del deporte, la cultura o la política han mostrado ya su apoyo.

Con días en el que llegan a recoger dos millares de firmas, Landa cree que «el objetivo de las 25.000 firmas parece suficiente para lanzar la petición a las empresas» y reconoce que esperan un montón de adhesiones desde Catalunya –que aún no han sido computadas–. En principio, harán balance y presentarán resultados a finales de setiembre, «y si fuera necesario alargaríamos más la campaña» concluye su promotor, con palabras que rezuman fuerza y optimismo.