Beñat ZALDUA
ABORDAJE PIRATA

¿QUIÉN DIJO QUE MENOS ES PEOR?

APENAS SE DEJA VER EN EL DÍA A DÍA, NI SIQUIERA EN LA MAYOR PARTE DE ASTE NAGUSIA, PERO ENTRE TANTO COSTUMBRISMO, DONOSTIA TIENE UNA PEQUEñA CARA GAMBERRA QUE, UNA VEZ AL AñO, CONTRA VIENTO Y MAREA –LITERALMENTE– SE ECHA AL MAR PARA ABORDAR LA CIUDAD.

«Ostia ze pena, urte ona zen hau uretara itzultzeko». Un miembro de la organización se adelantaba así a la pregunta, inevitable, sobre el descenso de embarcaciones en el abordaje pirata que, por decimosexto año, zarpó ayer del puerto de Donostia rumbo a La Concha. El cielo, que barruntaba tormenta desde la mañana, echó para atrás a más de uno, lo que hizo más habitable una tradición ya asentada que los últimos años hizo invisible el agua. Este es el relato cronológico, a falta de otros hilos, de unos ojos de secano que juran haber intentado dejar en el armario el chip sanferminero.

15.37: No hay música

Decenas de personas apuran la comida en la txosna de La Flamenka. Mirado a cierta distancia, parece que lo hacen en silencio. En los porches camino a la rampa aparecen los primeros signos del abordaje que viene en forma de cuadrillas de jóvenes –muy jóvenes– con flotadores. Premio especial al que consiguió, me gustaría saber dónde, un miniflotador en el que encajaba a las mil maravillas un baso de las txosnas.

«¿A qué hora es esto?», pregunta una mujer mayor de paseo. «A las 17.00», contesta una joven. «Uff, muy tarde», reflexiona la mujer, que tras una pausa muy desproporcionada respecto a la esperanza de vida que se le presupone, vuelve a la carga: «Oye, este año hay menos barcas, ¿no?». «Sí...», dice la joven, mirando un cielo en el que halla la respuesta. Ni Obelix, que también era de secano, se hubiese lanzado ayer al mar con un techo que parecía a punto de caer sobre todos los presentes.

15.51: La barca perdida

Las cuadrillas se van acercando a la rampa. «¿Cuál es la nuestra?», se oye. Imposible localizarla entre la amalgama de palets y sacos inflados que se amontonan todos juntos. La foto serviría para ilustrar un reportaje sobre las islas de residuos que flotan en medio del océano, juntadas por un universal instinto de socialización, si no fuese por los mástiles que, de alguna u otra forma algunos han logrado mantener en pie en medio de algunas embarcaciones. Predominan ikurriñas, banderas pirata y banderolas por la repatriación de los presos políticos. También las hay del arcoiris o contra la incineradora. Para todos los gustos.

La palma se la lleva una embarcación adornada con unos 50 globos rosas, a ojo de buen cubero. Me hago la apuesta interna de que a La Concha no llega ni uno solo.

15.57: Un rayo de esperanza

Suena la música y la primera canción que se escucha es la “Bilbainada” de Kojon Prieto y los Huajolotes. Hay esperanza, parece que esto se puede animar. Le sigue la canción de Altsasu, con los padres y madres de los jóvenes presentes. Ekhiñe Atorrasagasti y Nerea Arriola se hacen con los micrófonos. Esto empieza a ser otra cosa.

16.40: ¿Y los de astigarraga?

Corre como rumor que la víspera unos jóvenes de Astigarraga fueron rescatados del mar en el Paseo Nuevo después de intentar utilizar el Urumea como sustituto de la carretera. No sabemos si estaban entrenando para el Abordaje, pero el hecho es que no se les encuentra. Tampoco hay rastro de los delfines avistados en Hondarribia, pero más de un sirenito se apresta ya a lanzarse al mar tan pronto como la organización lo permita.

16.49: Submarinistas al agua

El equipo de submarinistas que velará por la seguridad del Abordaje entra al agua, lo cual no deja de dar alguna gravedad al asunto. Ni con una calle cerrada con seis toracos sueltos han visto estos ojos tantas medidas de seguridad. No están de más, dicho sea de paso. Eso sí, la rampa del puerto parece la cuesta de Santo Domingo antes del encierro, y en el puerto no queda un perímetro de superficie terrestre con vista al agua que no esté ya ocupado.

16.55: ¡Puuum!

En Donostia son tan organizados que, como ya están todos preparados con antelación, lanzan el txupinazo cinco minutos antes de la hora oficial. Las ansias por echarse al mar ganan al reloj, lo cual no hace sino confirmar que la mejor manera de vivir el Abordaje es dándose un chapuzón. Antes del chupinazo toma la palabra Bel Pozueta, encargada de hacer todos los honores en esta Aste Nagusia en nombre de los familiares de los jóvenes de Altsasu. Llama a remar y hacer frente al viento y a la marea –que está ya bien alta– para llegar a La Concha, igual que hacen ellos para lograr que sus hijos regresen a casa.

16.59: Primera víctima

Una zapatilla Nike negra flota huérfana y desamparada en las aguas del puerto. Ni rastro del hediondo pie que la perdió.

17.06: ¿Pero dónde van?

Los últimos flotadores salen de la rampa mientras el sol hace acto de presencia. Asterix y Obelix pueden dormir tranquilos, hoy tampoco caerá el cielo sobre nosotros.

«Aita, baina nora joan behar dira?». Una niña a la que habían prometido que las balsas llegaban hasta La Concha pregunta a dónde carajo van el 90% de las balsas que, en vez de tomar la salida del puerto, van directas a donde se encuentran los grandes veleros. «Ese abordaje lo dejamos para otro día», se escucha desde el megáfono. El viento es el que manda y algunas balsas a duras penas conseguirán poner rumbo a la playa.

17.11: Segunda víctima

Impulsado por la marea aparece flotando un tutú. Es evidente que nació para ser medusa. Una treintena de barcas han logrado salir del puerto, no es poco. Vamos a por ellas.

17.14: ¿Abordaje?

Una incursión por causa mayor en Alde Zaharra, lejos de la preciada barandilla, confirma que, fuera del puerto, no deja de ser un lunes de agosto más.

17.18: Héroes tocando tierra

Los primeros héroes del naufragio llegan a La Concha. Otros todavía ni siquiera han conseguido salir del puerto. La gente los recibe como héroes.

17.35: Reciclaje exprés

La organización es espectacular. Quizá excesiva para unos ojos acostumbrados a otros caos. Pero que nadie se atreva a decir nada acerca de la capacidad operativa del movimiento popular. Es increíble. Tal cual llegan los piratas hay dos chavales con sendas motosierras que hacen trizas los palets y los cargan encima de un camión situado en la misma rampa de acceso a la playa. Otros voluntarios, cuchillo en mano, se van encargando de pinchar o recoger los sacos inflables que han logrado la proeza de mantener a flote las enclenques balsas.

17.49: Una botella en el mar

Con los restos de una camiseta hecha trizas en el cuerpo y con un pequeño trozo de palet como única prueba de que alguna vez tuvo una embarcación, un señor al que llamar joven sería un exceso llega exhausto a la arena. En la otra mano conserva la litrona llena. No sabemos si de cerveza o de agua salada, pero no le quita mérito.

18.03: Mejor desde dentro

Estos ojos se van a contar todo lo visto, que le han dicho que en un rato sale una kalejira que no se puede perder. Veremos si es para tanto. «Why are they doing that?», una mujer pregunta al viento sobre el por qué del Abordaje. Lo dice con cierta angustia en los ojos, viendo a las hormigas que vienen y van a merced de la marea y de las olas. Sí, olas, así estaba el panorama ayer. A su lado, los ojos del que parece ser su hijo dicen todo lo contrario. Yo querría estar ahí dentro, dicen.