Ion SALGADO
GASTEIZ

ESK reclama la reapertura de los tres rocódromos municipales de Gasteiz

La central convocó ayer una concentración frente al ayuntamiento de Gasteiz para reclamar la reapertura de los rocódromos municipales, cerrados tras quedar desierto el concurso. Hace un par de semanas, cientos de personas ocuparon las instalaciones de Ariznabarra.

ESK convocó ayer una concentración en la Plaza Nueva de Gasteiz para reclamar la reapertura de los rocódromos municipales, cerrados tras quedar desierta la adjudicación de este servicio. El contrato ha salido a concurso en dos ocasiones, pero la oferta de la única empresa que se ha presentado –una cooperativa formada por cuatro trabajadores– supera las horas establecidas en el pliego.

En declaraciones a GARA, Jaime Otxoa de Alda, trabajador en los rocódromos y delegado de ESK, advirtió de que desde hace tiempo se había alertado al Consistorio de que el precio de la licitación no cubría los gastos. «Se ha llegado a un punto en el que a ninguna empresa le es viable gestionar los rocódromos», afirmó tras señalar que los gastos han aumentado al incorporar al servicio una nueva instalación en Salburua.

«Nos venden a la ciudadanía ese nuevo rocódromo pero no tienen dinero para gestionarlo. Y pretenden sacar tres rocódromos al precio de dos», destacó antes de explicar que el Gabinete de Gorka Urtaran ha propuesto reducir el horario de los rocódromos municipales. «Dicen que igual se puede abrir menos tiempo, y la pregunta entonces es: ¿para qué abrimos un nuevo rocódromo?, ¿para que esté cerrado?», añadió.

Insistió en que el Ayuntamiento debería mirar por los usuarios, en lugar de querer reducir el coste del servicio. No en vano, cada vez más personas se acercan a los rocódromos para practicar la escalada.

La sombra de la privatización

Otxoa de Alda reconoció que el cierre de los rocódromos está suponiendo un grave problema para los trabajadores, que están en el paro a la espera de que alguien se haga cargo del servicio. A este respecto, señaló que una de las hipótesis que se barajan es que los responsables del Departamento de Deportes cambien el modelo de licitación y aboguen por la concesión. «Esto significa dárselo a una empresa para privatizarlo, algo que entendemos que es un error. No podemos vender un rocódromo a una empresa para que lo gestione con el dinero público de todos los ciudadanos», indicó.

Y afirmó que los trabajadores están a la espera de reunirse con la edil delegada del área de Deportes, Estíbaliz Canto, de quien depende el futuro de nueve personas que tienen derecho a subrogación. Ellos esperan que el problema se solucione cuanto antes y se reabran al público los rocódromos, aunque Otxoa de Alda reconoció que puede que no se licite el servicio hasta finales de diciembre o principio de enero. «Los usuarios están bastante quemados y nosotros estamos en el paro. Y lo peor es que no sabemos lo que va a ocurrir porque nadie se pone en contacto con nosotros», señaló.