Jon ORMAZABAL
Pelota

Un buen punto para superar un mal día en la oficina

Altuna III-Martija reaccionan para meter presión a Artola-Mariezkurrena en un gélido partido en el Bizkaia.

ALTUNA-MARTIJA 22

VÍCTOR-ARETXABAL. 14


¿Quién no ha tenido un mal día en la oficina o en su puesto de trabajo? Una jornada de esas en las que te levantas con el pie contrario y ya desde el desayuno notas que las cosas se pueden ir complicando sin tener un porqué. El partido de Altuna III-Martija ayer en Bilbo tenía la pinta de un día tedioso en el curro, de los de superar sin demasiados esfuerzos ni brillantez –se cantaron posturas de 100 a 25 a su favor sin dinero por debajo–, pero Víctor-Aretxabaleta fueron capaces de, por momentos, exigirles, al menos, a ser aseados en su juego y obligarles a darlo todo para cumplir el expediente.

Pero como no siempre ocurre en el resto de asalariados, el trabajo de la pareja de Aspe tuvo la golosa recompensa de un punto que los mete de lleno en la pomada de la lucha por la cuarta plaza, por mucho que las sensaciones no fueron, ni mucho menos, las mejores.

Mimetizados en el ambiente

Fue como si los pelotaris se hubieran contagiado del gélido ambiente de las gradas del gigantesco Bizkaia, tanto en cuanto al número de pelotazales como a temperatura atmosférica. A pesar de que a Altuna III-Martija les iba la vida en el partido, o quizá precisamente por eso, su inicio fue frío y su lenguaje corporal no mostraba las mejores sensaciones ni siquiera cuando se adelantaron 3-8.

Y es que, los pelotaris de Aspe eran los primeros en saber que esa ventaja se debía mucho más a los errores acumulados por sus ayer rivales que por los méritos contraídos.

Un Jokin Altuna apocado y sin chispa era incapaz de cruzar un gancho de zurda –terminó con solo dos tantos de aire– a pesar de que enfrente no tenía a un gran pegador, mientras que Martija parecía seguir acusando el heroico esfuerzo del domingo pasado en Tolosa. En su primer partido en el Parejas, Víctor era, sin duda, el más fresco del cuarteto y se notó en cuanto su balance de tantos/errores comenzó a ser positivo.

Andoni Aretxabaleta también encontró en su juego motivos para ir recuperando esa eterna sonrisa que había desaparecido de su rostro y, de la mano del acierto de su delantero, lograron hacerse con el mando del marcador, 8-10 primero y luego con un 10-13 que encendió las alarmas de los favoritos.

Sin embargo, el arqueo del delantero riojano volvió a caer en números rojos de manera alarmante y esta vez sin posibilidad de cuadrar las cuentas.

Primero, porque su número de errores siguió aumentando hasta los 14 más otros dos saques, algo inasumible a estas alturas, pero también porque Altuna III-Martija fueron creciendo en su juego. Sin llegar a estar brillantes, Altuna encontró huecos a los pies de sus rivales y Martija dominó para hacerse con un suculento botín.