Ana Cofiño
«laCuerda» para Medicusmundi Bizkaia
KOLABORAZIOA

Ilustraciones para liberarnos

Allí donde el analfabetismo predomina, como en Guatemala, las ilustraciones apoyan o sustituyen a la palabra escrita. En la revista feminista “laCuerda” hemos publicado fotografías, pinturas, grabados, grafiti, collages, así como formatos tecnológicos, para comunicar mensajes emancipatorios.

Nuestra propuesta es ir más allá de presentar obras de mujeres, procuramos generar y transmitir la posibilidad de vivir sin violencias, de gozar en libertad y poder ser felices. Nos interesa que la gente no se deje llevar por la predestinación fatal del patriarcado.

Las ilustraciones que publicamos son tan importantes como los textos, tienen su narrativa, ponen al descubierto los efectos que produce el sistema patriarcal sobre la humanidad y la naturaleza, al tiempo que proponen claves para intentar otras formas de relacionarnos.

Trastrocar el imaginario heteropatriarcal requiere una mirada crítica de nosotras como agentes reproductores de arquetipos y estereotipos machocéntricos. Para nombrar o ilustrar un mundo sin violencias, precisamos hacer transformaciones de fondo, personales y sociales, reproducir otras imágenes, acuñar otros conceptos, ponerlos en circulación, practicarlos para contribuir a una cultura liberadora.

Denunciar las violencias. Dar a conocer los casos de violencia es necesario, pero igualmente lo es acompañar los datos con información sobre la articulación de instituciones que conforman ese sistema perverso. El punto de vista crítico feminista es básico para no repetir los esquemas de la cultura de enajenación. El feminismo nos hace reflexionar sobre la relación de la ética con la estética, lo cual implica una posición política.

En vez de reproducir escenas de golpes, gritos, sumisión, hacemos el esfuerzo por introducir en la cotidianidad, imágenes que nutran el deseo de vivir en paz, con justicia, así como las posibilidades y vías para intentarlo.

Somos conscientes de la gran dificultad que entraña crear símbolos de liberación desde nuestras condiciones de opresión. Pero estamos convencidas de que impulsar manifestaciones artísticas e intelectuales con el objetivo de reconstruir el tejido social, estimular la búsqueda, promover propuestas, es una forma de construir otras sociedades que hoy parecen sueños.

Con dibujos podemos plantear cómo deseamos vivir, cómo queremos ser tratadas, cómo evitar agresiones, compartir estrategias de defensa y erradicación, elaborar discursos empáticos que muevan a la acción, desde la indignación, la justa ira, hacia la felicidad y la libertad.

Las mujeres todas necesitamos vernos en las expresiones gráficas y visuales como personas inteligentes, trabajadoras, capaces, humanas, no como muñecas o esclavas del hogar. Es fundamental que las niñas de Guatemala (y de todo el mundo) se puedan reflejar e identificar como seres libres, con derechos garantizados, sin todas las violencias que las someten y les roban su futuro.