Iñaki IRIONDO
Elkarrizketa
IñAKI RUIZ DE PINEDO
DIPUTADO ELECTO POR ARABA

«Las vivencias que teníamos triunfaron frente a los sondeos»

Iñaki Ruiz de Pinedo llegó a estas elecciones por la invitación que le hicieron desde EH Bildu en una plaza de la Virgen Blanca llena de feministas el 8M. El domingo logró echar a Javier Maroto del Congreso después de que éste le espetara que le avergonzaba compartir un mismo espacio con él.

Fue la gran sorpresa de la noche electoral en Euskal Herria y con consecuencias también en el Estado. Ninguna encuesta confirmaba que EH Bildu pudiera quitarle el escaño al PP en Araba, pero la izquierda independentista supo crear la sensación de que ello era posible y centró la ilusión en un objetivo: volver a desalojar a Javier Maroto.

¿Satisfecho?

Mucho, al igual que todo el mundo que ha votado a EH Bildu y otra mucha gente que no nos votó pero está muy satisfecha con nuestro resultado.

¿Cómo vivió el recuento?

Sudé bastante. Fue una noche larga. Mi primer dato fue de Zalduendo y los resultados eran magníficos. A continuación iban llegando Orexa, Gaztelu... pueblos pequeños euskaldunes, y seguían la tendencia de Zalduendo. Tardaban en entrar barrios más populosos y empezaron a llegar Tolosa, pueblos de Araba, donde se iba confirmando la tendencia y se mantenía la distancia con el PP. Hubo un momento de cambio, cuando empezaron a entrar barrios de Gasteiz y la distancia se acortaba e incluso desaparecía. No sabía qué barrios iban entrando, me imaginaba que eran El Pilar, Sansomendi [zonas más proclives al PP] y estaba esperando cuándo entrarían las mesas de Zabalgana y Salburua [barrios más jóvenes]. Pero todo intuitivamente, sin datos. Ya al 60-65% del recuento empecé a ver la realidad de que ganábamos pero llegó ese momento largo de que la diferencia crecía o bajaba, en paralelo a lo de Nafarroa, que era mí otra gran ilusión. Y así hasta las once y pico.

¿Creía de verdad que podían quitarle el escaño a Maroto, número 3 del PP en el Estado?

El sábado yo estaba convencido de que sí, de que era posible. Visto cómo había ido la campaña, vista la descomposición de Maroto, que no fue al debate de ETB, las mentiras que habían creado diciendo que con EH Bildu no se podía hablar cuando el mismo GARA había apuntado la conversación de Oyarzábal, y con los datos de otras mentiras del PP que habíamos dado durante la campaña...

Pero en realidad no había ninguna encuesta que diera por hecho ese cambio de escaño...

La campaña fue totalmente ilusionante. Yo el sábado creía en la posibilidad, pero el domingo, al ver tanta participación, empecé a pensar que estaban votando sectores a los que no llegamos con nuestros mensajes. Llegué a creer que los sondeos marcaban tendencia, lo que no cuadraba con mis vivencias durante la campaña, la gente ilusionada con la que hablaba y se me acercaba en Vitoria, gente a la que no conocía de nada y me decía que iba a votar por primera vez a EH Bildu. Las vivencias triunfaron sobre los sondeos.

Un momento especial de esta campaña ha sido cuando Javier Maroto empezó a insultarle en un debate. ¿Qué sintió?

Dos cosas. La primera: «Maroto, aquí has perdido». Sabía que iba a buscar un choque, pero cuando sale de esa forma al demostrarle con datos que mentía o era un ignorante sobre las ayudas sociales, rompe totalmente la línea de la conversación y empieza a apuntarme con el dedo, pensé que ahí había perdido los papeles. Pero al mismo tiempo me dolía no poder entrar a decirle todo lo que pensaba de él. Me entró la duda de si había hecho bien en responderle con una sonrisa.

¿Qué cree que buscaba?

Era un gesto de cara al Estado, estaba compitiendo con el voto de Vox y Ciudadanos. Quería aparecer como un reconquistador de España.

¿Y cuántos votos cree que le dio ese momento a EH Bildu?

Sobre todo reafirmó el voto de mucha gente. No lo puedo cuantificar, pero en una campaña esos momentos llevan a asegurar lo que llevas internamente. Provocan una reafirmación. Y valió para calentar el tono.

¿Y ahora qué?

Ahora, en el mes o tiempo que tenga voy terminar los trabajos que tengo pendientes, estudiar el reglamento del Congreso en lo referente a las tareas personales inmediatas... Y en lo que respecta a la línea de intervención política, nos toca responder a las expectativas que hemos generado no solo en quienes han votado a EH Bildu, sino de la gente que se ha visto identificada con el papel de EH Bildu. Ahí se nos ha abierto una nueva ventana de trabajo a la que tenemos que responder.