El calendario de estrenos de la que ahora mismo es la productora cinematográfica más poderosa del mundo (de la Disney hablamos) está invadido por títulos live action, es decir, por películas que pasan a imagen real los grandes éxitos históricos de la factoría de Mickey Mouse. Este año, sin ir más lejos, ya se estrenó el “Dumbo” de Tim Burton, y cuando nos demos cuenta, ya habremos visto el “Aladdin” de Guy Ritchie y “El rey león” de Jon Favreau.

La tendencia es tan clara que las demás casas se aplican el cuento. Legendary Pictures, por ejemplo, decide seguir explotando esa mina de oro que es el universo Pokémon, pasando de la animación (formato fílmico en el que siempre se manifestaron las entrañables criaturas del famoso videojuego) al efecto digital más deslumbrante. Y por si la fórmula no ofrecía suficientes garantías apriorísticas, alguien decidió añadir a Ryan Reynolds en la ecuación. El actor canadiense, actualmente en la cima de la fama, sobre todo gracias a las dos entregas de las aventuras del gamberro “Deadpool”, pone voz al ya muy carismático Pikachu. Este «monstruo de bolsillo» será el encargado de ayudar al joven hijo de un detective privado a resolver el terrible misterio que amenaza la utópica convivencia entre pokémons y humanos.

Dirige Rob Letterman, quien viene de “Pesadillas”, es decir, de resolver con inesperada pericia la resurrección de la prolífica obra literaria de R.L. Stine. En esta ocasión, este director nacido en Hawaii se olvida de reinterpretar el material de base con el que trabaja, y se ocupa más de que, en la pantalla, todo luzca como, precisamente, en las mejores producciones de la Disney. El resultado es una cinta de aventuras prácticamente vacía de contenido, pero que sin duda hará las delicias (visuales) de los seguidores de las monadas interminables de, por ejemplo, los Minions de la Illumination Entertainment.