Raimundo Fitero
DE REOJO

Promociones

Por prescripción de mi equipo de abogados no voy a decir nada de algunos miembros del Tribunal Supremo que en una sentencia se convierten en promotores del franquismo más radical. Esperamos esas noticias que nos hablen de equivocación o error, aunque lo más normal es que no lleguen porque hay una estrategia clara y evidente de promoción del franquismo. Atentos.

La música sigue con sus campañas promocionales de sus ejecutantes más relevantes. Por casi todos los platós hemos visto a Francisco Contreras Molina, conocido como «El Niño de Elche». Apareció de muy joven como cantante de flamenco, pero su evolución ha sido de artista polifacético, vinculado con movimientos sociales, cruzándose con la danza y la performance sin ningún aspaviento. No es fácil de atrapar. No se estanca. Fluye de un lugar a otro, estudia, lee, escribe, actúa, crea documentales y edita discos, el último con título sugerente: “Colombiana”, que abre una ventana a todas las clasificaciones ya que este hombre ha hablado y cantado a sus aficiones, sexuales o de alcaloides. Un personaje de esos que pese a estar ahora en promoción, se ha dedicado a apropiarse culturalmente de todo aquello que existe bajo las estrellas de este firmamento.

Promocionables, en promoción, o simplemente en acción como es la catalana Rosalía que en el festival barcelonés de Primavera Sound lo petó y todos se sintieron expropiados o apropiados porque habló en catalán de una manera natural, materna, en español o inglés, y cantó con la solvencia de una imagen universal que se ampara en unas uñas postizas de diseño, con esa mezcla de flamenco y trap que, según El Niño de Elche, son dos formas de expresión del lumpen. La cantante pamplonesa Amaia apareció en “La Resistencia”, y no sabía lo que significaba Eusko Jaurlaritza. Pues eso.