Imanol CARRILLO

La familia Llanas, una vida unida al remo de Zierbena

Relatan las historias relacionadas con Zierbena Arraun Elkartea –actual nombre que recibe tras otras siete denominaciones desde que aparecieran las primeras noticias en 1882– que es el Campeonato de España de Traineras de 1949 «el hito más grande» del club de remo de la localidad vizcaina, «con hijos del pueblo entre 18 y 28 años en las bancadas».

Aquel bote vizcaino estaba patroneado por Germán Barquín González y Plácido de la Quintana Martínez de proel. Como remeros estaban Ángel Carpintero Elorza, Gerardo Bañales de la Cruz, Félix Brazaola Gómez, Marcelino Elorza Soleguia, Zacarías Lazkano Llanas, Jesús Rodríguez Díez, Dámaso Lazkano Zabala, Iñaki Llanas Bañales, Honorio Bañales Bañales, Fernando Tajada Barquín, Santiago Tajada de la Quintana y Antonio Alberdi Urrestizala. Y suplentes fueron Hilario Bañales de la Cruz y Ambrosio Zorrilla.

Este hecho se produjo el 25 de setiembre de ese año, solo unos días después de haber logrado el tercer puesto en el Campeonato del Cantábrico, celebrado en la bahía de Santander los días 18 y 20 de ese mismo mes. «Eran muchachos que remaban por amor a su pueblo, orgullosos de su tierra, forjados día a día en la mar y en tierra, vestidos de amor propio y ansias de triunfo», se recuerda sobre aquel histórico acontecimiento.

En 1950 el club cerró sus puertas debido a la ausencia de remeros jóvenes y de victorias y, tras una inactividad de 19 años, Zierbena reapareció en 1969. Ese mismo año solo alcanzó un octavo puesto en Donostia y un cuarto en el Campeonato estatal, en Santander, pero se impuso en el Campeonato de Bizkaia. Aquella tripulación vencedora estaba patroneada por Félix Brazaola y entre los remeros, a sus 42 años, se encontraba Iñaki Llanas Bañales, el único que había logrado el Estatal en el 49 al igual que su patrón.

De pescar chipirones a remar

GARA ha podido hablar con tres de los cuatro hijos de Iñaki Llanas –Isidro, Ángel e Iñaki; la familia se completa con Isolina–, quienes relatan orgullosos cómo tras ganar el Estatal en el 49 se les rindió un homenaje en San Mamés. Después, su aita Iñaki, tras no sacar trainera Zierbena, se fue a Iberia, donde ganó dos Campeonatos de La Concha y en total, entre bateles, trainerillas y traineras, acumuló un total de ocho Estatales. Lo dejó hacia 1960-1963, recuerdan sus hijos, y lo volvió a retomar en el año 1969 con la idea de ayudar a la gente que comenzaba en el remo. Desde entonces, «prácticamente todos los años Zierbena ha sacado trainera».

En el pueblo vizcaino se recuerda muy orgullosa aquella hazaña del 49. «La sensación que nos transmitió nuestro aita siempre es que lo vivieron con mucha naturalidad. A lo largo de los años ha sido muy importante para el pueblo porque hemos estado super orgullosos y con ganas de repetir. Para ellos fue muy natural. Los entrenamientos los hacían sin querer porque salían remando a pescar chipirones durante 40 minutos, luego volvían y tenían que cuidar a los animales, tenían que ir al campo a cortar hierba o a recoger sus cosas. Hoy se hace de otra manera: se hacen pesas, se van a correr, ergómetro…», explican los hijos de Iñaki Llanas.

En la alineación de aquel bote campeón se aprecian muchísimos parentescos. «En esa trainera hay hermanos, primos… De hecho, mi padre tiene seguro dos primos carnales en esa trainera y seguramente varios primos segundos. Somos un pueblo muy pequeño y estamos todos emparentados», analizan Isidro, Ángel e Iñaki Llanas Tajada.

70 años después de la gran hazaña de Zierbena, tres nietos de Iñaki Llanas –Iñigo Ibáñez Llanas, Asier Llanas Palomino y Gaizka Llanas Lozano– han tomado el legado de su abuelo al proclamarse vencedores, el 28 de abril, del Campeonato de España de bateles juveniles, y el 2 de junio finalizaron subcampeones estatales de trainerillas en Galicia.

«Nuestro aita no pudo verlos remando», relatan apesadumbrados los hijos de Iñaki Llanas y los padres de los chavales. Sin embargo, «nuestro aita es todo un referente para nuestros chavales. Mi ama tiene unas cuantas fotos de mi aita y cuando los chavales eran más pequeños se las enseñábamos y les decíamos ‘este es aitite’. De hecho, no solo mi aita; mi aitite también remó y un tío de aitite también remó», subrayan sus hijos.

«No podían ni con el remo, los pobres»

Iñigo Ibáñez Llanas, Asier Llanas Palomino y Gaizka Llanas Lozano comenzaron con siete años en este deporte. «No podían ni con el remo, los pobres», recuerdan con humor sus progenitores. Su trayectoria parece meteórica desde que estuvieron a las órdenes de varios entrenadores hasta que su tío Iñaki tomó la responsabilidad de entrenarles y ya lleva seis años con ellos. Les ha hecho ser campeones de Bizkaia en infantiles, terceros de Euskadi ese mismo año y séptimos en el Campeonato de España; en cadetes ganaron los campeonatos de Bizkaia y Euskadi, y fueron segundos de España; y el año pasado, Iñigo, que es un año mayor –en julio cumplirá 18 años–, hizo segundo de Bizkaia, tercero de Euskadi y campeón de España de bateles. «Este año ha sido la temporada más completa», recalcan sus familiares –oro en los tres campeonatos en bateles y plata en los tres de trainerillas–.

«También queremos hacer referencia a Aitor López, Aitor Lazkano –que ya ha debutado con 16 años en la trainera de Zierbena de patrón–, Gorka Larruskain, Eleder López, Oier Agirre y Peio López –subrayan–. Ellos forman un equipo que, además de entrenar y competir, van juntos al cine. Es una mezcla que hay que tener para llegar arriba. No dudan del trabajo que está haciendo el otro».

Más allá de los resultados, sus padres, tíos y entrenadores tienen claro que «la idea es transmitirles valores. Sí queremos que ganen, pero lo primero que les decimos es que hay que respetar a los rivales. Cuando nos ganan hay que felicitarles y cuando ganamos hay que ser humildes. En ese sentido, los críos cumplen, son trabajadores. Estamos progresando gracias a los otros chavales, a los entrenadores que han tenido más Iñaki y a los de categoría sénior. También hemos estado entrenando varios años en veteranos. Se han ido haciendo una serie de progresos que están siendo buenos para los chavales», explican los familiares.

De ahí que no se descarte una nueva futura gesta, como ya lo hiciera su aitite. «Son humildes. Sí que quieren remar en la trainera, pero no tienen prisa. Están haciendo su trabajo, entrenan en su bote y lo otro llega o llegará. No es como ir a trabajar. Para ellos es diversión: están con sus amigos y con su tío, que es el entrenador, y es una especie de juego. No les cuesta ir a entrenar. Llevan dos días sin entrenar y están en casa que no saben qué hacer. Para ellos es su vida», relatan.

A la hora de las posibilidades de dar el salto a la primera trainera, lo tienen claro: «Está muy duro. Hoy en día es muy difícil que un chaval que tenga 22-23 años reme en la ACT». Sí que admiten que «hay una distancia muy cercana y corta» entre los entrenadores de la trainera sénior y de juveniles, así como entre el remo base y el remo de élite dentro del club, donde las diferencias son evidentes: «El remo base es más sano; la gente pelea más con el corazón. En cambio, cuando estamos en la ACT hay intereses, dinero… Es más complicado». Para constatarlo, destacan «el buen ambiente que hay con otros clubes como San Juan, Orio, Lekeitio, Castro, Kaiku… Les apreciamos y son buena gente. Hay muy buen feeling en las categorías inferiores. Es super bonito, ir a los campos de regatas, todas las aficiones se saludan y se apoyan a todos los botes».

En estos momentos hay «entre 30-40 chavales entre chicos y chicas en el club de remo», añaden. Para ver esa trayectoria ascendente basta ver el tercer puesto de la primera trainera y el oro logrado en el Campeonato de España la temporada pasada. Para este nuevo curso a punto de arrancar, ven «mucho nivel». «Tenemos que remar sin presión y a disputar regata a regata sin complicarnos. Si hacemos terceros, bien; y si hacemos quintos, bien también, y si algún día les sorprendemos, estupendo. Hay que hacer que los chavales crezcan y monten todos en la primera trainera. Que haya buen ambiente dentro del equipo», subrayan.

Sea como fuere, algo está cambiando ya dentro de Zierbena Arraun Elkartea que «hace sentirnos orgullosos de ser quienes somos». Y es que, como cuentan a modo de anécdota, tanto un niño de Tolosa «super fan de Zierbena» –el año pasado el día de la regata que se hizo en la localidad– como una señora –el pasado 2 de junio en Galicia– fueron buscando un ‘platanito’ (el body de remo) del equipo. «Que tu club sea un referente para gente de fuera del club eso es como para sentirse orgulloso». Como también lo estaría seguramente Iñaki Llanas Bañales.