Agustín GOIKOETXEA
BILBO
RENOVACIÓN EN LA FUNDACIÓN BBK

Sagredo da hoy un primer paso para formar un patronato con afines

El máximo órgano de gobierno de BBK se reúne hoy para aprobar, entre otros asuntos de transcendencia, el reglamento de nombramientos de miembros del patronato y su procedimiento de renovación. Se avanza así en un proceso con el que el presidente de la fundación bancaria, Xabier Sagredo, pretende laminar a voces críticas hacia su gestión.

A pocos meses de cumplirse cinco años de la constitución del patronato de BBK, comienzan a darse hoy los primeros pasos de cara a la renovación del órgano rector de la fundación bancaria que es propietaria del 57% del accionariado de Kutxabank. Tras reunirse ayer la comisión de nombramientos, tal y como establecen los estatutos, hoy se aprobará el reglamento de selección de los 15 patronos, cuya tarea es cumplir y administrar los bienes y derechos de la antigua caja de ahorros, fijándose el perfil de los futuros candidatos.

La composición del actual patronato, constituido en noviembre de 2014 y en el que hay dos puestos vacantes, fue resultado del pacto entre PNV, PSE y PP. Desde hace un año aproximadamente, el presidente trabaja en una modificación de la estructura de la fundación. Es a Xabier Sagredo a quien corresponde iniciar el procedimiento.

Así, solicitará a la Diputación de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbo, como entidades fundadoras, que designen a las tres personas que les representen; dos para el Consistorio y una para la institución foral, al contrario que en el actual mandato, con dos representantes forales –Alberto García Erauzkin y Javier Urtasun Zabalo– y uno municipal, Begoña Ortuondo Larrea.

A su vez, la comisión de nombramientos ha seleccionado y propondrá hoy al patronato cinco entidades representativas de «interés colectivo» con las que la Obra Social de BBK colabora habitualmente, que son las asociaciones Aspace (parálisis cerebral), Apnabi (autismo), Gorabide (discapacidad intelectual) y Esclerosis Múltiple; así como la fundación Urbegi (inserción laboral de personas en situación vulnerable). A partir de ahí, cada entidad deberá proponer a su representante.

También se plantea en ese reglamento que hoy discute el órgano de gobierno de la fundación bancaria invitar a medio centenar de instituciones públicas y privadas, las que mayor importe de ayuda económica o colaboración hayan recibido en 2018, a que propongan sus candidaturas, como se hará a través de Eudel con los ayuntamientos con los que BBK mantiene convenios de colaboración en ferias agrícolas u otros eventos.

Se trata de escenificar que se trata de un proceso transparente, algo cuestionado desde que nació la fundación, cuando quedó al descubierto el juego de intereses en unos nombramientos pactados entre PNV, PSE y PP. De los 15 patronos, 9 fueron elegidos siguiendo los criterios de Sabin Etxea. En las entidades de «interés colectivo» que se proponen ahora, todas están copadas por jeltzales y afines.

Esa correlación de fuerzas queda también al descubierto con la invitación a entidades como los museos Guggenheim y Bellas Artes, la Universidad de Deusto o las fundaciones Sabino Arana y Ramón Rubial a que planteen aspirantes a patronos.

Lo que desea el presidente

«Sagredo solo quiere patronos que le hagan la ola, no quiere ningún crítico, para seguir haciendo lo que le dé la gana», manifiestan fuentes conocedoras del proceso, que no dudan de que el de Trapagaran seguirá otro lustro al frente de BBK.

Lo cierto es que la oposición crece. Las críticas en su partido no se aminoran; al contrario, aumentan, sobre todo a raíz de que se destapase que, además de los 100.000 euros más complementos que percibe anualmente de BBK, se embolsa otros 440.000 euros como consejero independiente y presidente de la Comisión de Auditoría y Riesgo de Iberdrola, más 4.000 por asistencia a cada reunión de este órgano de la eléctrica.

No gustan tampoco a muchos jeltzales los jóvenes directivos de los que se rodea Sagredo, por no hablar de la «masiva» venta de participadas por parte de Kutxabank y de las pocas iniciativas conjuntas y de peso de la BBK con Diputación o Consistorio bilbaino. Siendo, como es la fundación una «herramienta potente» para el desarrollo de Bizkaia, entienden que con la gestión del presidente «se están perdiendo muchas oportunidades», citando expresamente los casos de Euskaltel e IMQ.