13 de octubre en San Mamés. Es la próxima cita de la selección, que tras la descafeinada visita a Panamá, regresa a casa. Y lo hace para enfrentarse a Argentina, el rival más prestigioso con el que se habrá medido Euskal Herria en la época moderna, por mucho que en los últimos años la albiceleste haya vivido más disgustos que alegrías.

Argentina llegará a San Mamés sin su gran estrella, Leo Messi, sancionado tras la expulsión que sufrió en el partido por el tercer y cuarto puesto de la pasada Copa América, en la que el equipo de Lionel Scaloni acabó haciéndose con el bronce. En la Federación confían, en cualquier caso, que el equipo sudamericano se traiga al resto de sus mejores jugadores.

Habrá que ver con cuáles puede contar el combinado vasco porque en esas mismas fechas la selección española disputará dos partidos clasificatorios para la Eurocopa contra Noruega y Suecia. Y saber después a quiénes cita Javier Clemente tras su llamativa convocatoria frente a Panamá, en la que más de la mitad de los futbolistas eran del Athletic, incluyendo cinco jugadores del filial.

Tras el empate con el que se estrenó frente a los centroamericanos, este será el primer partido de Clemente en el banquillo de la selección ejerciendo de local. Lo hará en el regreso del equipo a San Mamés, donde Euskal Herria no juega desde la victoria contra Túnes en 2016.

Aquel partido, con menos de 15.000 aficionados en las gradas, obligó a la Federación a abrir un proceso de reflexión y vino seguido de dos años de parón hasta que el año pasado, la selección se impuso a Venezuela en Mendizorrotza, dos meses antes de que la Asamblea de la Federación aprobara pedir la solicitud formal de oficialidad internacional.