La ministra gala de Justicia, Nicole Belloubet, cursó ayer tarde una visita, a priori bastante protocolaria, para agradecer el trabajo realizado por fiscales, jueces y funcionarios de prisiones. Un periplo de media jornada para saludar «el buen funcionamiento» del dispositivo impuesto con motivo de la cumbre del G7 que, sin embargo, se topó con la «agenda vasca».

La titular de Justicia mantuvo un breve encuentro con los periodistas en el que se le preguntó sobre la actitud de la «Fiscalía antiterrorista» en el caso del preso de Senpere, Frédéric Haranburu «Xistor». El labortano afrontó ayer el juicio en apelación sobre su segunda demanda de libertad condicional.

La ministra evitó la primera pregunta al respecto con la afirmación de que no se pronuncia sobre «causas en curso», pero debió responder de inmediato a otra sobre los criterios por los que se rige la Fiscalía en relación a casos como el de Haranburu, en el contexto del nuevo tiempo político abierto tras el final de la acción armada de ETA.

«Como ministra de Justicia aporto directrices generales a la Fiscalía, pero en ningún caso criterios respecto a casos puntuales», aseveró la titular del Ministerio al que acude la delegación de electos y sociedad civil de Iparralde que mantiene una interlocución abierta en París para abordar cuestiones relativas a presos y víctimas.

Belloubet trató de blindar su argumento aludiendo al «debido respeto a la independencia judicial», para poner luego en valor los «avances» producidos durante su mandato, con acercamientos de presos a cárceles próximas a Euskal Herria.

Quien no evitó aludir al «caso Haranburu» fue el anfitrión de la ministra, el alcalde de Baiona y presidente de la Mancomunidad Vasca, Jean-René Etchegaray, que ya el 5 de julio, cuando se conoció que el fiscal recurriría la decisión del juez de conceder la libertad condicional a Xistor Haranburu, expresó su preocupación por la «politización de la justicia».

Tras conocer que la Fiscalía perseveró en la vista celebrada ayer en París hasta el punto de sugerir incluso que, a sus 65 años de edad y con casi 30 de encarcelamiento a sus espaldas, de ser liberado Xistor Haranburu podría «retomar la lucha», Etchegaray se expresó todavía con mayor contundencia.

«Clima social en peligro»

El presidente de la Mancomunidad Vasca tachó de inaceptable la actitud de la Fiscalía, por ser «ajena al proceso de paz y hasta al curso de la historia», dijo, para responder a sus argumentos advirtiendo del «peligro para el clima social logrado en Euskal Herria» que implica «imponer no una, ni dos, sino una triple pena a presos» como Xistor, de quien dijo, «de no ser vasco, estaría en libertad». Extendió su preocupación ante otro proceso de libertad condicional, el fijado a la kanboarra Lorentxa Beyrie, para el 12 de este mes.

Con todo, Etchegaray agradeció a Belloubet la «actitud abierta de su Ministerio», y valoró como importantes los avances en materia de retirada de status DPS y acercamientos y «otros que pueden venir pronto».

 

Haranbururi buruzko epaia urrian emango dute

Xistor Haranbururi baldintzapeko askatasuna ematearen alde azaldu zen iragan uztailaren 5ean Zigorrak Aplikatzeko Auzitegia. Prokuradoreak berehala helegitea aurkeztu zuen epaileak emandako ebazpenaren kontra, eta atzo arratsaldean dei auzia iragan zen Parisen. Preso senpertarrak Lannemezango espetxetik hartu zuen hitza, bideokonferentzia bidez. Auzitegiak urriaren 8an jakinaraziko du bere erabakia, baina fiskalak atzo ere 65 urteko presoa kartzelan atxikitzearen ildoko jarrera agertu izanak Haranbururen abokatuaren kezka eragin zuen. Xistor Haranburu askatzeak «ordena publikoa kolokan» jarriko lukeela adierazi zuen prokuradoreak. Hori gutxi ez eta, egun 65 urte dituen presoa kartzelatik ateraz gero «berriz borrokara lotzeko arriskua» legokeela nabarmendu zuen.

Preso lapurtarraren abokatuak, Maritxu Paulus-Basurkok, berriz, ezeztatu egin zituen fiskalak aipaturiko arriskuak, eta Xistor Haranburu askatzearen alde epaileak harturiko lehenengo erabakia berrestea galdegin zuen. M.U.