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ATLLETISMO - MUNDIAL DOHA 2019

Muhammad bate su propio récord mundial de 400 vallas

Garnier se llevó para Bahamas el título de los 400 y Kipruto revalidó la corona en 3.000 obstáculos.

La estadounidense Dalilah Muhammad rebajó en cuatro centésimas su récord mundial de 400 metros vallas para proclamarse campeona de mundo con un tiempo 52.16 por delante de su gran rival, su compatriota Sydney McLaughlin (52.23).

Tres meses después de hacer lo mismo en Des Moines con un nuevo récord mundial (52.20), el 28 de julio pasado en los campeonatos nacionales, Muhammad volvió a batir en Doha a su joven adversaria y con nueva plusmarca universal. La jamaicana Rushell Clayton se alzó con la medalla de bronce con un tiempo de 53.74, su mejor marca.

Era una de los duelos más atractivos de los campeonatos. La madurez de Muhammad, campeona olímpica de 29 años, frente a la joven prodigio de 20, McLaughlin. Ésta atrajo la atención del aficionado cuando en 2014 corrió en 55.63 con 14 años. Al año siguiente conquistó en Cali el título mundial sub’18 y en 2016 luego batió el récord mundial sub’20 con 54.15, convirtiéndose en la estadounidense más joven en meterse en los Juegos Olímpicos desde 1980.

En octubre pasado dio el salto al campo profesional, después de haber rebajado su marca hasta los 52.85. Ayer, la batalla por el título mundial entre Muhammad y McLaughlin se fue decantando por la primera poco a poco casi imperceptiblemente, de modo que las dos atletas llegaron al último obstáculo separadas apenas por 10 centímetros. Sin embargo, fue Muhammad, que observó rigurosamente el ramadán al principio del verano, quien se impuso y batió, además, su segundo récord mundial en tres meses.

Espectacular recta final

En los 400 masculinos, Steven Gardiner batió el récord de Bahamas con 43.48 segundos al cabo de una recta imperial que le entregó el título en la final de los Mundiales, y la medalla de plata al colombiano Anthony Zambrano, que hizo historia logrando un nuevo récord sudamericano (44.15).

El estadounidense Fred Kerley, que estaba entre los favoritos, terminó tercero con 44.17 en una carrera con los seis primeros por debajo de los 45 segundos. Y es que, en ausencia del campeón anterior, el sudafricano Wayde Van Niekerk, la eliminación del favorito y líder mundial del año, el estadounidense Michael Norman, en semifinales había dejado la prueba todavía más abierta.

En cuanto a la final masculina de 3.000 obstáculos desempolvó la mejor versión del keniata Conseslus Kipruto, que batió por una centésima, en un furioso sprint, al etíope Lamecha Girma, para revalidar la corona con el mejor registro mundial del año (8:01.35). El marroquí Soufiane El Bakkali, líder mundial del año, fue bronce (8:03.76).

En el disco, Yaimé Pérez y Denia Caballero, con lanzamientos de 69,17 y 68,44 metros, dieron a Cuba un doblete en la final, relegando al tercer puesto a la croata Sandra Perkovic (66,72), que aspiraba a coronarse campeona por tercera vez.

Barshim, oro en altura, pone en pie el estadio

El catarí Mutaz Essah Barshim provocó el delirio de sus paisanos, que por primera vez en los Mundiales llenaron el estadio Khalifa, al revalidar su título de altura con un salto de 2,37 metros, el mejor del mundo esta temporada. Barshim, bronce olímpico en 2012 y plata en 2016, campeón mundial bajo techo en 2014 y absoluto en Londres 2017, subió al podio acompañado de dos atletas rusos que competían autorizados por la IAAF, Mikhail Akimenko e Ilya Ivanyuk, y ambos lograron igual marca con 2,35. GARA