Aritz INTXUSTA
IRUÑEA
NEGOCIACIONES PRESUPUESTARIAS

Trágala fiscal del PSN a NA+ previo a buscar socio para los presupuestos

El PSN se lanzó a gobernar Nafarroa sin tener un acuerdo de legislatura. Los presupuestos necesitarán de una mayoría absoluta que, a día de hoy, solo parece posible si se sienta a negociar con EH Bildu. Por de pronto, María Chivite evita mojarse en su búsqueda del socio estratégico que necesita partiendo la reforma fiscal en tres leyes distintas.

María Jesús Valdemoros, la economista que ejerce de número dos de NA+, se lo preguntó directamente a María Chivite: «¿Por qué han partido la reforma fiscal en tres leyes?». La presidenta se sacudió de encima la interpelación con cierta soberbia. «¿Y por qué no? Hasta donde todos sabemos, no hay impedimento para hacerlo así. No tiene por qué ser una sorpresa para nadie», respondió Chivite.

La pregunta de Valdemoros tiene su fundamento. La negociación presupuestaria tiene dos partes. Primero hay que votar las medidas fiscales que permitirán calcular de cuánto dinero se dispone y, ya después, se aprueba una Ley de Presupuestos en la que se define dónde gastarlo, partida a partida.

Lo usual es que las medidas fiscales se tramiten con una única ley de reforma fiscal. Pero el PSN la ha partido en tres. Las dos primeras partes son del gusto de las tres formaciones a su izquierda (EH Bildu, Podemos e I-E). En estas medidas se propone una deflactación del IRPF que consolida la línea del viejo cuatripartito y se opta por una deducción (que no exención) por paternidad y maternidad.

La tercera parte constituye una exención del patrimonio afecto a la actividad empresarial, una medida que compartían los programas de PSN y Geroa Bai. Esta norma es del gusto de Navarra Suma y, desde luego, no tiene ningún viso de aprobarse con apoyo de EH Bildu. Durante el debate parlamentario de ayer, Adolfo Araiz ya adelantó que presentarán una enmienda a la totalidad a esta propuesta concreta.

Valdemoros estuvo bastante errática en el debate, pero apuntó con bastante claridad a la posibilidad de que su formación rechace la exención del patrimonio. La portavoz de NA+ exigió «sentarse con calma» con el Gobierno para contar con su apoyo. Y manifestó que no van a entrar a «parchear» una política fiscal que no comparten. Quieren un acuerdo global.

Todavía es pronto para adivinar qué ocurrirá, pues las tres baterías de medidas de la consejera Elma Sáiz inician ahora el trámite parlamentario. En cualquier caso, ninguna de ellas incluye un cambio sustancial. La estimación que supone la deflactación del 2% los tramos del IRPF supondría una pérdida de ingresos de 11 millones, pero no implica un cambio de visión. En su intervención, Araiz recordó que esta medida fue sopesada cada año durante la anterior legislatura, pero que siempre entendieron que se podía sacar más partido a estos los 11 millones sumándolos al presupuesto.

La opción de deducciones por maternidad en lugar de exenciones implica que el PSN se baja del carro de lo que solicitaba en la oposición. En total, las deducciones planteadas supondrán 29 millones de euros. Según la consejera Saiz, es «la única fórmula que tiene seguridad jurídica» para las madres que demandaban estas ayudas después de conocerse la sentencia del TSJN tumbando la demanda que realizaron.

En cuanto a lo que supondría la reforma del Impuesto del Patrimonio, el cálculo es que las arcas públicas navarras pasarían a ingresar cinco millones de euros menos. Esto es así porque ya existen deducciones de hasta el 95% para este tipo de bienes. Políticamente para las formaciones de izquierdas, supone algo inasumible en tanto que recorta a los que más tienen, pero no es una medida trascendente.

Un trile de corto recorrido

La decisión de partir la reforma fiscal en tres partes y buscar el apoyo de una de ellas en Navarra Suma se ha vendido como un gran ingenio estratégico que busca la centralidad. Lo han llegado a bautizar como un gobierno con acuerdos de «geometría variable». Pero, si bien la jugada puede salir bien a Chivite y conseguir rebajar la tributación de los grandes patrimonios –ayer no dio esa sensación–, de ningún modo va a evitar que el Ejecutivo acabe por mojarse.

A diferencia de lo que pasa con las medidas fiscales, la Ley de Presupuestos no se puede subdividir. El Gobierno necesita de mayoría absoluta y solo la puede conseguir de la mano de EH Bildu o de Navarra Suma. A este respecto, la exigencia que plantean los de Bakartxo Ruiz es que se sienten a negociar con ellos. El teatrillo que escenificó Chivite para la moción de censura, donde se negaban a hablar con EH Bildu, tiene que caer definitivamente. Se hace necesaria una negociación real y con gestos, no a escondidas.

Saiz contra Valdemoros

El debate parlamentario de ayer incluyó, además, un rifirrafe interesante y con carga política entre la consejera Saiz y Valdemoros. Un enfrentamiento verbal, además, del todo insólito a poco que se tire de hemeroteca, pues hasta la llegada de Barkos al poder, ambas formaciones pactaban la política fiscal al alimón.

Valdemoros pedía desde el estrado bajadas generalizadas de impuestos, bajo el eufemismo de «mejorar la competitividad fiscal». La segunda de la lista de Navarra Suma insistía en que el impuesto al Patrimonio en Nafarroa es el más gravoso del Estado y que eso espanta al capital. Advirtió, además, de que los indicadores apuntan a una nueva crisis, pero no le dio mayor importancia.

Saiz, por su parte, entró a la discusión en profundidad. Le espetó a Valdemoros que, bajo la excusa de la competitividad, lo que pretender NA+ es arrastrar a Nafarroa al «dumping fiscal», esa subasta a la baja de los impuestos entre comunidades que amenaza con llevar a la insolvencia al Estado y «pone en solfa los servicios públicos».

«Usted quiere hacer un cuasi paraíso fiscal como el de Madrid», acusó la consejera a Valdemoros. «Mire usted la presidente que tenemos en Navarra y la presidenta que hay en Madrid. En nada se parecen Ayuso y Chivite». Así, Saiz contrapuso lo que ella denominó «disciplina fiscal» vigente en Nafarroa al «modelo del dumping» madrileño que busca NA+ y que Saiz vinculó a los problemas financieros que hoy vive lo que se ahora se ha popularizado como «la España vaciada».

En resumen, el debate de ayer certificó que los pilares del volantazo tributario que dio el viejo cuatripartito en 2015 están asegurados. Y en cuanto al regate con el que el PSN trata de dilatar la negociación abierta con EH Bildu, solo está sirviendo para evidenciar la necesidad que tiene Chivite de acercarse al partido que le permitió gobernar.

 

Declaraciones

«El de Sociedades es el único tributo que va dejando de aportar. Es una vergüenza que esto suceda cuando las empresas han tenido más beneficios»

Adolfo ARAIZ

EH BILDU

«Las medidas no alteran en lo sustancial el marco fiscal heredado. Se ha limitado a cambios con poco impacto real»

Mª Jesús VALDEMOROS

NAVARRA SUMA

«El ‘dumping fiscal’ es su modelo, pero es una competencia desleal. Les gustaría un cuasi paraíso fiscal como Madrid. En nada se parece Chivite a Ayuso»

Elma SAIZ

Consejera de HACIENDA