Aunque Osasuna venció al Levante (2-0) el pasado viernes, la eliminatoria copera contra la Real –y enésimo enfrentamiento deportivo que dirimen ambas escuadras vascas en pocos meses– no llega en el mejor momento futbolístico para la escuadra navarra, que ha comen- zado a acusar los rigores del exigente ritmo competitivo. Los pupilos de Jagoba Arrasate llevan mucha tarea avanzada, con sus 28 puntos ligueros, pero también acaban de salir de una irregular racha de resultados, fruto del cansancio de futbolistas esenciales en el esquema del preparador de Berriatua.

Pese a ello, el conjunto rojillo afronta el compromiso «concienciado», en palabras de su técnico, de que puede obrar lo que consideró un «reto mayúsculo», que no sería otro que vencer en Anoeta. «Para hacer algo grande en la Copa, necesitamos hazañas. Después de superar dos eliminatorias, no sin dificultades, nos ilusiona hacer un buen partido y pasar, aunque sabemos que será difícil», explicó el míster vizcaino.

Lograr dicho objetivo pasa por frenar el estilo futbolístico de la Real y también generar peligro en la meta rival. «Necesitamos nuestra mejor versión y frenar su juego de posición, con el que hemos tenido dificultades. Contra la Real hemos tenido diferentes partidos, en la mayoría de ellos han sido superiores, pero también hemos hecho cosas buenas, como el segundo tiempo del último encuentro en El Sadar», especificó.

«Hemos preparado a conciencia cómo neutralizar las fortalezas que tiene el adversario, pero haciéndole daño también. No solo pensamos en defender, que es algo muy importante, sino también en llegar a su portería, si queremos tener opciones de superar esta eliminatoria. Desde el primer momento, la Real se ha tomado la Copa como una oportunidad buenísima de llegar lo más lejos posible, jugando con muchos titulares y, además, lo hace en casa. Por eso, espero al rival de las últimas jornadas, un equipo muy complicado de superar», avisó.

Gallego entra en la lista

La gran novedad de la expedición rojilla a Donostia –Arrasate se llevó a los 20 jugadores que tiene disponibles– es la presencia de la hasta el momento única incorporación en el mercado invernal, el delantero Enric Gallego. El atacante catalán entrenó ayer por primera vez con sus nuevos compañeros y viene a paliar la ausencia para lo que resta de temporada del lesionado Chimy Ávila.

Enric Gallego llega a la entidad osasunista en calidad de cedido, procedente del Getafe, pero la operación contiene una compra obligatoria por dos millones de euros, caso de que el club navarro permanezca en Primera. En ese momento, el futbolista firmaría un contrato por dos temporadas –hasta junio de 2022–, debiendo abonar otro millón más en cada una de esas campañas que permanezca bajo la disciplina rojilla. Asimismo, el Getafe percibirá 500.000 euros adicionales si el ariete marca diez goles o más por ejercicio.

«Es un jugador que nos va a venir bien porque, además de corpulento, baja a recibir, se asocia muy bien e incluso gana el espacio», lo describió Arrasate. «No es un jugador nuevo para nosotros, pues ya contemplamos su contratación el verano pasado, pero en ese momento no pudo ser por cómo estaba el mercado. Fue a un club que hizo una apuesta muy fuerte por él y ahora, con la baja del Chimy, se hacía indispensable acometer esta incorporación», justificó.

Se trata de un caso de madurez futbolística tardía, pues a sus 33 años, Gallego comenzó a despuntar en el fútbol profesional hace dos temporadas, después de recorrer un buen número de equipos de Segunda B y Tercera, además de un fugaz paso por la cantera del Espanyol.

Fue a comienzos de enero de 2018 cuando se le traspasó del Cornellà al Extremadura, donde sus goles allanaron el camino hacia la categoría de plata, nivel en el que anotó 15 dianas en la primera vuelta. Ello le valió ser fichado un año después por el Huesca –más de dos millones– y este pasado verano incorporado al Getafe por seis.

Exdirectivos niegan que recibiesen pagos por dietas

Los exdirectivos José Manuel Purroy, José Luis Roldán y Manuel Ganuza negaron durante el juicio que se está desarrollando en la Audiencia de Nafarroa que cobrasen ningún tipo de dieta, ni que ello se plantease en las reuniones de las juntas directivas a las que ellos asistieron.

En cuanto al préstamo de 600.000 euros realizado al club por José Antonio Osés, cuñado de Purroy, este último aeguró que tuvo conocimiento del mismo cuando su familiar político le trasladó que no se lo estaban devolviendo, por lo que se lo hizo constar al exgerente, Ángel Vizcay.

Por su parte, Roldán justificó que dimitiera en el verano de 2013, tras tener conocimiento directo de la situación del club y «la gran deuda que se había ido montando con la gestión de los años anteriores». Del mismo modo, se negó a firmar las cuentas por considerarlas «impagables».

A diferencia de sus compañeros, Ganuza sí que denunció sentirse ninguneado, ya que en las reuniones de la junta no se tomaban «las decisiones importantes». Desveló que cobró 808 euros por kilometraje y comidas.

Por último, el exdirector de la oficina de Caixabank en la Avenida Carlos III de Iruñea, Pablo Andoño, confirmó que era la junta quien establecía el número de firmas necesario para retirar dinero de la sucursal.GARA