Marc ARCAS (EFE)

Inteligencia artificial para salvar ballenas

Saber dónde se encuentra en cada momento un grupo de cetáceos permite dar órdenes a barcos pesqueros para que eviten esa zona, centrar tareas de limpieza posteriores a una marea negra o crear parajes protegidos en los espacios donde pasan más tiempo. Pero, si ya resulta difícil rastrear a los animales en tierra, ¿cómo es posible hacerlo en la inmensidad de los océanos con especies que resultan tremendamente difíciles incluso de censar? La respuesta puede encontrarse en la inteligencia artificial. «Usamos señales acústicas para localizar a las ballenas y transferimos esa información a las autoridades pertinentes para que puedan actuar en consecuencia», explica el fundador de la ONG Rainforest Connection, Topher White. Las señales acústicas son grabadas en el fondo del océano por unos dispositivos llamados hidrófonos y los audios son remitidos en tiempo real a un sistema de inteligencia artificial, encargado de detectar cantos de ballena –pueden captarse a hasta 50 kilómetros de distancia– entre las infinitas horas de grabación.