Dabid LAZKANOITURBURU

Aumentan las filtraciones y ataques a Sanders, favorito en Nevada

El senador Bernie Sanders denunció una supuesta campaña de Rusia a favor de su candidatura y tildó a Vladimir Putin de «matón autócrata». El aspirante socialista ironizó sobre la «casual» filtración de ese plan, del que fue informado por los servicios de inteligencia, por parte de “The Washington Post” horas antes de que arrancaran hoy los caucus de Nevada, donde es el claro favorito. y aventajaba en 14 puntos al exvicepresidente Joe Biden.

El senador Bernie Sanders, favorito en todas las encuestas para ganar en los caucus de hoy en Nevada, tuvo que salir al paso de la filtración en la prensa de una supuesta campaña de Rusia a favor de su candidatura demócrata de cara a las presidenciales de 2020 en EEUU.

El aspirante socialista exigió al Gobierno ruso que se mantenga al margen de los comicios y resaltó que, «al contrario que (el presidente) Donald Trump, no considera a (Vladimir) Putin un buen amigo».

«(Putin) es un matón autócrata que trata de destruir la democracia y aplasta a los disidentes en Rusia», señaló Sanders, quien confirmó que fue informado hace ya un mes por varios altos cargos de Inteligencia de que Rusia estaría tratando de impulsar su campaña presidencial.

Esta supuesta injerencia fue aireada ayer por el diario The Washington Post' y recogida luego por ?The New York Times? a escasas horas de que comenzaran los caucus, en los que según todas las encuestas, el senador por Vermont ganará con un cómodo margen.

Filtración »oportuna»

El veterano político socialista (78 años), ariete contra el establishment demócrata y alternativa a la deriva elitista en el partido, no dejó pasar por alto esta «coincidencia». Preguntado por periodistas sobre esa filtración, señaló. «Te dejaré adivinar. Un día antes de los caucus de Nevada. ¿Por qué crees que sale (ahora)? ¿Fue 'The Washington Post? Buenos amigos», ironizó.

Sanders ha acusado en el pasado al Post de un sesgo negativo en su contra por sus persistentes críticas a su propietario, Jeff Bezos, también dueño de Amazon, por las prácticas laborales de la multinacional y por no pagar impuestos.

Según el promedio de encuestas del portal Real Clear Politics, Sanders tiene una intención de voto en Nevada del 30%, casi el doble que su inmediato perseguidor, el exvicepresidente Joe Biden, con un 16 %. Les siguen la senadora Elizabeth Warren (14,5 %) y Pete Buttigieg (12,5 %).

Contrariamente a los eminentemente blancos Iowa y New Hampshire, Nevada es un estado desértico con población cosmopolita y con un tercio de habitantes latinos. Estos componen el 19% del censo registrado, lo que podría afectar a los moderados Buttigieg y Amy Klobuchar, que llegaban con el viento de cara en el arranque de las primarias. Pero el que llega en la cresta de la ola es el propio Sanders, cuya campaña, consciente de que en 2016 perdió, entre otras cosas, por su escaso empaque entre las minorías, lleva un año trabajando con la comunidad latina de Nevada.

La campaña ha heredado la infraestructura local de su antigua rival, Hillary Clinton, y ha organizado cientos de actos electorales bilingües.

Al apoyo que le brinda la joven promesa política popular congresista Alexandria Ocasio-Cortez, presente en la campaña, se le ha sumado la llegada del también congresista por Illinois, Chuy García. Nacido en Durango (México) hace 63 años, García es uno de los miembros del Caucus Hispano del Congreso (CHC) que ha mostrado su apoyo a Sanders de manera pública.

En esa coyuntura, los ataques a Sanders se prodigan desde todos los lados. Trump ha aireado estos días su viaje de luna de miel a la URSS en los ochenta.

El poderoso sindicato de trabajadores de los casinos de Las Vegas, mayormente latino, ha denunciado una campaña de acoso de la campaña de Sanders por rechazar las propuestas sanitarias del aspirante.

El propio Sanders, que defiende derogar los seguros privados, ha condenado ese acoso.