Los grupos locales de EH Bildu, PSN y Geroa Bai de Lizarra presentaron ayer en el Registro del Ayuntamiento una moción de censura contra el actual alcalde, Gonzalo Fuentes (Navarra Suma), al que acusan de «deriva autoritaria y discriminatoria en la toma de decisiones». Esta moción deberá votarse en una plazo de diez días. El nuevo alcalde será Koldo Leoz (EH Bildu), que gobernó la pasada legislatura y que cederá la Alcaldía a Jorge Crespo el 1 de marzo de 2022. La moción incluye un acuerdo programático.

La moción está firmada por todos los ediles de EH Bildu (seis) y Geroa Bai (uno), además de Jorge Crespo, expulsado del PSN, y Magdalena Hernández, que todavía ayer pertenecía a este partido. Suman nueve, mayoría absoluta. Enfrente están los siete ediles de Navarra Suma e Ibai Crespo, que se mantiene fiel a la dirección del PSN. Ocho.

Fuentes que han participado en la negociación explicaron a GARA que «se trata de un acuerdo tomado en Lizarra y para Lizarra».

El segundo paso era ver cómo se recibía esta decisión en las direcciones de herrialde de las formaciones. EH Bildu y Geroa Bai la ven bien. Tras la Mesa y Junta de Portavoces, Bakartxo Ruiz destacó que supone «acabar con una situación de anomalía democrática» y Uxue Barkos subrayó que era «coherente» frente al mandato de Fuentes que «no tenía sustancia de acuerdo político en su génesis».

Muy diferente, aunque esperada, fue la reacción del PSN. Su secretario de Organización, Ramón Alzórriz, ubicó a los ediles que han firmado la moción de censura fuera del partido. «Han mirado más por su ambición personal que por el conjunto de la ciudadanía de Estella», denunció.

Alzórriz anunció la expulsión de Hernández del PSN, que se suma a la de Jorge Crespo, al que ya dejaron fuera del partido en febrero por proponer en una asamblea una moción de censura contra Fuentes. La asamblea aprobó la propuesta con un 70% de apoyos.

Junto a ello, Alzórriz confirmó que el grupo municipal del PSN en Lizarra pasaría de tres a uno y que el que queda, Ibai Crespo, votará no en la moción de censura. El resultado seguiría siendo favorable a la moción: nueve votos a favor contra ocho en contra.

En Lizarra, comparecieron ayer Jorge Crespo y Magdalena Hernández para destacar que «estamos siguiendo el camino que nos ha indicado nuestro partido, que es el diálogo entre diferentes y el acuerdo para un gobierno progresista» y subrayar que los ediles de EH Bildu y Geroa Bai «han sido catalizadores del diálogo y del acuerdo».

Clavo del antitransfuguismo

Así las cosas, Javier Esparza, presidente de UPN, se agarró ayer al clavo ardiendo del Pacto Antitransfuguismo para exigir a María Chivite «que no permita que Barkos pacte con dos tránsfugas del PSN», recordando que Geroa Bai tiene un vicepresidente y tres consejerías en el Gobierno navarro.

También recordó que este pacto impide aprovecharse de tránsfugas para alterar mayorías y que fue suscrito por el PSOE, PNV (integrado en Geroa Bai), y EA (parte de EH Bildu), además de UPN (una de las formaciones la coalición Navarra Suma).

A juicio de Esparza, «no vale mirar para otro lado» ni es suficiente la anunciada expulsión de la edil que ha firmado la moción de censura. «Si se permite esto, serán cómplices. ¿Pedro Sánchez lo va a permitir?», preguntó Esparza antes de calificar la moción de «juego sucio e infame».

Gonzalo Fuentes, mientras tanto, optó por presentar un listado de obras realizadas durante su mandato. Proclamó, además, que «estemos gobernando o en la oposición, seguiremos trabajando por Estella, por Navarra y por UPN».