En su comparecencia telemática ante parlamentarios del jueves, el lehendakari Iñigo Urkullu aseguró textualmente que «en relación con los test, es necesario señalar que estos se realizan a quienes manifiestan algún tipo de síntoma. Esto permite un mejor conocimiento de la realidad de la extensión de la epidemia y de la forma de atacarla». El texto todavía puede consultarse en Irekia.

La afirmación ha sido desmentida por personas que aseguran haber estado enfermas, con síntomas y en cuarentena siguiendo las órdenes de su médico de cabecera, a las que nunca se les ha hecho el test. También se conocen casos de muertes con síntomas a las que tampoco se les hizo ningún test. Además, ha habido médicos que han hecho público que ellos mismos no derivan a todos los pacientes a hacer el test, puesto que siguen los protocolos oficiales, y se muestran molestos por lo dicho por el lehendakari.

GARA ha tenido acceso al protocolo que los profesionales de Osakidetza están siguiendo para «la realización del test diagnóstico para la detección del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2)». Se trata de la última revisión, del 30 de marzo de 2020.

El documento, que tiene 24 páginas, arranca precisamente estableciendo que «en un escenario de transmisión comunitaria sostenida generalizada se debe realizar la detección de infección por SARS-CoV-2 en las siguientes situaciones».

En primer lugar, a la «persona con un cuadro clínico de infección respiratoria aguda que se encuentre hospitalizada o que cumpla criterios de ingreso hospitalario».

En segundo lugar, a la «persona con un cuadro clínico de infección respiratoria aguda de cualquier gravedad que pertenezca a alguno de los siguientes grupos: (a) personal sanitario y socio-sanitario; (b) otros servicios esenciales que serán evaluados en cada caso (ej: policía, bomberos, protección civil, personal esencial del servicio de aguas, sector eléctrico, sector de telecomunicaciones, etc…)»

Se añade que «se podrá considerar la realización del test diagnóstico en personas especialmente vulnerables que presenten un cuadro clínico de infección respiratoria aguda independientemente de su gravedad, tras una valoración clínica individualizada».

En este protocolo oficial –muy parecido al empleado en Nafarroa– se aclara de forma terminante que «no se realizará el test diagnóstico de rutina a aquellas personas que presenten infección respiratoria aguda leve no incluidas en los supuestos anteriores».

Estas indicaciones, por tanto, no concuerdan con la rotunda afirmación de que los test «se realizan a quienes manifiestan algún tipo de síntoma».