Si, como decía Isaac Asimov, la frase más excitante que puede oírse en la ciencia –aquella que obliga a seguir investigando– no es «¡Eureka!», sino «es curioso», el descubrimiento de la supernova SN2016aps ha dejado no pocas rarezas que lo confirman. Con el doble de brillo que cualquier otra que haya sido observada hasta ahora y emitiendo cinco veces más energía que las supernovas habituales, parece el brutal resultado del colapso de una estrella entre 50 y 100 veces la masa del Sol. La cantidad de hidrógeno detectado indica que probablemente dos estrellas se unieron antes de la explosión. Confirma, además, el modelo de los «pares pulsantes», posibilidad que hasta ahora solo existía a nivel teórico y en la que no encajaba ninguna supernova observada, de la que la imagen es solo una recreación artística.

Fotografía: GARA