Ramón SOLA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Atención primaria y UCIs, en alerta pero a ciegas frente a rebrotes

Euskal Herria pareció recuperar un atisbo de normalidad con la salida en masa ayer de los menores, pero la desescalada llega acompañada de mensajes de refuerzo de la atención primaria, para detectar eventuales rebrotes, y de las UCI, por si volviera el colapso de hace casi un mes. A falta de test masivos, cruzar los dedos y esperar.

Un partido de fútbol en Milán el 19 de febrero (con desplazamientos en masa desde Bérgamo y también Valencia) fue la «bomba biológica» que expandió el Covid-19 por Lombardía. Un funeral en Gasteiz, una semana después, se apunta como el brote que extendió la epidemia en Araba y La Rioja. Desde entonces han pasado dos meses cargados de muertes y con un confinamiento duro que en la práctica toca a su fin hoy, cuando a los trabajadores esenciales, los no esenciales y quienes acuden a las compras se sumarán los menores de 14 años que tienen la puerta abierta desde ayer. Y sin embargo, la desescalada se acelera haciendo hincapié en que tanto los servicios de atención primaria como las UCI se reforzarán para evitar y atender sucesivamente brotes como los citados al inicio. Técnicamente, rebrotes.

No es el único caso, pero conviene fijarse en Japón, o más bien en su capital. El Gobierno municipal de Tokio ha dictado un confinamiento total para estos próximos doce días –empalmando con el periodo vacacional de la «semana dorada» (lo mismo que hizo Pedro Sánchez con la Semana Santa estatal)– para frenar los contagios este abril, después de que en marzo su estrategia fuera elogiada.

Volviendo a nuestro entorno, esto es lo que dijo ayer Fernando Simón en La Moncloa: «La actual transmisibilidad es baja, claramente por debajo de 1, con muchas comunidades autónomas con un número bruto de casos bajo, suficiente para el control adecuado, sin saturación por el momento», pero «cuidado con nuevas olas».

La capacidad sanitaria, clave

Hay un elemento reiterado pero casi desapercibido en el discurso de Sánchez: el ritmo de la desescalada, e incluso su descentralización, no depende tanto de la evolución de los casos sino de la capacidad del sistema sanitario para asumirlos. Dicho de otro modo, la circulación del virus se ha reducido con lo que el riesgo de rebrote es menor, tampoco hay partidos de fútbol ni siquiera funerales, pero un centro de trabajo y ahora también una plaza pública pueden ser correa de transmisión. Se asume el riesgo y se volverá al confinamiento total si se precisa.

Aunque se van levantando hospitales de campaña como IFEMA en Madrid y se descarta ya montar otros como Refena en Iruñea, el Ministerio de Sanidad estatal ha ordenado a las comunidades prepararse para duplicar UCI si fuera necesario. ¿Y la detección? Se encomienda desde ahora a la atención primaria, que deberá reforzarse para ello. En la reunión de ayer de presidentes autonómicos, Iñigo Urkullu aseguró que se está haciendo, pero sin concreciones.

En paralelo, Urkullu volvió a la autocomplacencia con los test: «Estamos realizando un cribado de posibles pacientes Covid mediante la realización de más de 4.000 a las personas que tuvieron síntomas en marzo para saber si son inmunes o no». En estas situaciones toca oír a los políticamente incorrectos, como el ínclito Miguel Angel Revilla, presidente cántabro: «Realizar test masivos a toda la población es imposible, no se va a hacer aquí ni en Estados Unidos ni en China».

 

No habrá límite de edad para salir el 2M

Por si hubiera quedado alguna duda en la comunicación del sábado de Sánchez, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, confirmó en rueda de prensa que las personas de más edad podrán salir a pasear igual que el resto desde el sábado próximo, 2 de mayo, y que lo podrán hacer en compañía de niños, «aunque no es lo recomendable» según matiz de los responsables sanitarios.

El primer día con menores en la calle se saldó en Euskal Herria sin aglomeraciones ni sanciones apenas. Las diferentes autoridades, del Ejecutivo español al navarro, hablaron de «cumplimiento razonable» de las limitaciones. Como mayor problema se apuntó a las salidas de niños o niñas con los dos progenitores, cuando en teoría solo puede salir uno de ellos con los menores. El mensaje institucional tuvo como contrapunto una fuerte polémica en las redes sociales, con miles de denuncias gráficas de situaciones que pueden extender el contagio.

El martes, el desconfinamiento vasco volverá a estar pendiente de París y Madrid, con anuncio público de Macron y plan en el Consejo de Ministros de Sánchez.