Mikel INSAUSTI
PELÍCULAS PARA UNA CUARENTENA

La película que definió el voyeurismo

El brillante artesano británico Michael Powell, maestro pionero del color, se adelantó a su tiempo con “Peeping Tom” (1960), que inspiró a Antonioni su posterior “Blow-Up” (1966), y más recientemente la ópera prima de Amenábar “Tesis” (1995). Contemporánea de “Psicosis” (1960), debe a Hitchock su empleo del suspense psicológico, y también el reflejo de la personalidad obsesiva del mirón, ya presente en “La ventana indiscreta” (1954).

Pero, sobre todas las cosas, este clásico eternamente moderno encierra una definitiva reflexión sobre el cine como ejercicio voyeurista, encarnada por un fotógrafo que necesita de forma compulsiva captar la expresión de dolor y de miedo de sus víctimas antes de morir. El personaje y su patología responden a una educación represiva, con un padre científico que experimentó con su propio hijo para estudiar las reacciones infantiles ante situaciones de pánico. De ahí que no sienta empatía por las mujeres, con las que es incapaz de establecer una relación normal.