Maitane ALDANONDO
Gasteiz

COROWAI: UN KIT PARA CONSTRUIR CASAS-ÁRBOL CON MATERIAL LOCAL Y SOSTENIBLE

La cooperativa Corowai fabrica y comercializa cabañas para árboles bajo el concepto «Hazlo tú mismo». Un proyecto que se sustenta en la afición de sus promotores por estas estructuras, y que tras años de dedicación llegará al mercado en los próximos meses.

Los árboles y las cabañas siempre han sido la pasión del gasteiztarra Jorge Fernández de Mendiola. Las ha construido desde pequeño con lo que tuviera a mano, e impulsado por el deseo de que cualquiera pueda disfruta de ellas, hace siete años puso en marcha Corowai junto a sus socios Luis Yañez, Miguel de Andrés Frías y Diego Peña. La cooperativa fabrica estas estructuras en formato DIY –hazlo tú mismo–, y en un par de semanas, montarán el primer prototipo a escala real en un árbol de Gasteiz.

Todo empezó en 2013, cuando un compañero de trabajo que conocía su afición le pidió ayuda para construir la base de una caseta que pudiera completar con su hijo. De esa experiencia surgió la idea de fabricar cabañas que cualquiera pudiera montar siguiendo las instrucciones. Desde entonces ha compaginado el desarrollo del proyecto con su trabajo de montador en una empresa de eventos; al igual que sus socios que le dedica el tiempo que puede a esta iniciativa.

Considera que el apoyo de sus familiares y amigos ha sido «indispensable», en especial, el de su mujer y sus padres; pero no son los únicos que le han ayudado. Cuando decidió tomárselo más en serio, presentó su proyecto a la aceleradora de empresas Metxa. «Les encantó, a pesar de que sus startups son totalmente diferentes», afirma. Con ellos de la mano empezó el camino de búsqueda de financiación. BIC Araba le concedió un Ekintzaile y la Diputación otra ayuda, con la que pudieron empezar a funcionar. Así mismo, el año pasado se presentaron al concurso ‘‘Tu idea cuenta’’ de Álava Emprende y obtuvieron tanto el premio de la categoría Sostenibilidad como el especial del público. «Fue la constatación de que esto es de verdad, está pasando». No obstante, considera que el apoyo de sus familiares y amigos ha sido «indispensable», en especial, el de su mujer y sus padres.

De lo básico al confort

Las cabañas de Corowai tienen 5 metros cuadrados –2,20mx2,20m– y capacidad para cuatro personas. Han colocado unos portones centrales, «para sentarse al borde con las piernas colgando», ventanas en todas las caras y una escalera de cuerda para entrar por la parte de abajo. Han registrado dos modelos de utilidad: el sistema de nivelación y el techo. Gracias al primero puede colocarse en ejemplares inclinados, mientras que el techo permite jugar con el árbol, para que salga por uno u otro lado. También cuenta con una red de seguridad que puede configurarse dependiendo de las necesidades.

Son de fabricación local y sostenible. El kit que incluye la madera certificada, tornillería y las instrucciones para construir solo la plataforma, un balcón o la cabaña. Puede tener distintas configuraciones, añadiendo confort a la opción básica: aislamiento, colchón, placa solar para cargar el móvil... También puede variar el material del techo. En el caso del prototipo es de lona de PVC transparente para poder ver la copa del árbol.

Se diferencian de otros fabricantes en que, aunque no exista legislación para su homologación, cumplen con la normativa europea. Tras dos años de proceso en breve obtendrán la declaración de conformidad que lo avala, e iniciarán la comercialización. Calculan que el producto llegue al mercado en agosto y no quieren anunciar su precio hasta entonces. Habían diseñado un plan basado en las opiniones recibidas, pero la covid-19 lo ha alterado todo. Su enfoque es dirigir el producto a alojamientos, colonias, instituciones... así como ofrecer experiencias en la propia cabaña como, por ejemplo, talleres familiares.

Para acercar el producto a los ciudadanos, llevarán su prototipo del bosque a la ciudad. La primera quincena de junio colocarán una cabaña en un árbol particular de Gasteiz, ya que «en los públicos es totalmente imposible». Han llegado a un acuerdo con el propietario, al que le cederán la cabaña a cambio de que les permita hacer un reportaje fotográfico y alguna visita, si hay interés.

La experiencia está siendo «un placer» para Fernández de Mendiola, que está disfrutando desde el principio. «Es todo sueño e ilusión. Ojalá le saque rendimiento, sería increíble vivir de esto; pero aunque no consiguiese vender cabañas, seguiré haciéndolas. No tengo presión. He gastado mucho dinero, pero el dinero es dinero, no es más». Confía en que las cosas sigan saliendo, como hasta ahora. Hace poco el artista Jimmy Bidaurreta les contactó porque quería incluir los sonidos del proceso de fabricación de las cabañas en una videocreación. La canción, llamada ‘‘Corowai’’, saldrá en su próximo EP. «La he oído y es fabulosa. Me hace una ilusión tremenda. Ha surgido de repente. Las cosas pasan y pasan por algo», concluye.