Iñaki ZARATIEGI
CLÁSICOS PARA EL DESCONFINAMIENTO

El poeta existencialista

Mikel Laboa, Benito Lertxundi y Xabier Lete han sido los referentes vocales salidos del seminal colectivo Ez Dok Amairu que más han trascendido en el tiempo. Mikel fue un amplio universo de mundos e influencias musicales. Benito sigue labrando su fértil territorio de obras muy melódicas con ecos de grandes cantautores internacionales. Xabier Lete (1944-2010) fue más poeta que cantante y holló una senda más austera en lo vocal e instrumental, enraizada en los grandes cantautores francófonos y de fondo existencialista.

Tras cuatro primeros EPs, reunidos en 1976 en un disco grande, y a la vez que los primeros trabajos de su extensa obra sobre bertsolarismo, Lete plasmó sus canciones en un LP homónimo de 1975 y “Kantatzera noazu”, un año después. “Lore bat, zauri bat” marcó una especie de ecuador en su trayectoria. La presentación estética a cargo del pintor Juan Luis Goikolea y la épica cantata patriótica de 15 minutos “Haizea dator ifarraldetik”-“Gauaren ordezko eguna”-“Herri zahar hontan” concedieron a esa grabación un aire de disco conceptual. Con su estrecho colaborador Antton Valverde al piano y coros, desplegó su enorme habilidad poética, la fortaleza de sus músicas y su profunda voz en unas composiciones emotivas hasta el escalofrío.

Arrancaba el disco a rimo de sardana con el homenaje a corazón abierto “Canço a Catalunya” («nuestra otra patria, la amada casa cercana») que parecía la réplica amiga al “País Basc” de Raimon. El título que daba nombre general a la obra incidía en un “Chile” publicado antes y era una desoladora flor ensangrentada para la suicida Beatriz Allende. En la canción-sermón “Teologia, ideologia” Lete segregaba su afilada ironía y mala leche contra dos “doctrinas”: el cristianismo y el comunismo. Completaba la grandeza lírica de “Xalbadorren heriotzean”, hoy himno nacional euskaldun.