V.E.
ANY CRYBABIES AROUND?

El discretísimo encanto de la anemia

El nuevo largometraje del cineasta nipón Takuma Sato es un drama que se mueve entre lo íntimo y lo familiar, y que se contagia, sin oponer demasiada resistencia, de las bajas pulsaciones cardíacas de su protagonista. Es, para entendernos, un bello ejemplar de cine de la anemia; una película que se mueve al ritmo no contemplativo, sino directamente empanado de un personaje que tarda por lo menos cinco segundos en contestar a la pregunta más sencilla. De primeras podría ser frustrante, pero a la larga, a fuerza de convivir con ello, acaba sucediendo aquel fenómeno que parece estar solo al alcance del mejor cine asiático.

A media proyección, si no hemos cedido a la tentación del aburrimiento, puede que, al ponernos la mano en el corazón, encontremos la recompensa de comprobar que nuestro ritmo cardíaco también se ha tranquilizado. Los conflictos humanos visitados como quien navega por un lago de aguas calmas; como si todo esto fuera un remanso de paz. Es el encanto de lo desangelado; la magia de los «slice of life», esos «trozos de vida» en los que los japoneses, a poco que estén mínimamente inspirados, son auténticos maestros.