Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

«Las inseparables», la novela inédita de Simone de Beauvoir

Durante este mes de octubre y a través de la editorial Lumen, llega a las librerías de Euskal Herria la novela inédita de Simone de Beauvoir «Las inseparables». La autora narró, a través de la ficción, la intensa amistad que compartió con Elisabeth Lacoin «Zaza» desde que con nueve años compartieron pupitre en la escuela. El relato lo escribió en 1954, cinco años después de publicar «El segundo sexo», novela referencial para el feminismo.

Escrita en 1954, cinco años después de la publicación de “El segundo sexo”, “Las inseparables” es una novela inédita de Simone de Beauvoir que llega a nuestras librerías a través de la editorial Lumen y en la que la autora cuenta, a través de la ficción, la apasionada amistad que compartió con Elisabeth Lacoin, “Zaza”, desde que con nueve años coincidieran en el colegio.

La novela fue recuperada por la hija adoptiva de la escritora y autora del epílogo, Sylvie Le Bon de Beauvoir, y en ella topamos con Sylvie y a Andrée –alter ego de la propia Simone de Beauvoir y de Elisabeth Lacoin Zaza–. Andrée es descrita como alegre, inteligente y atrevida, y Sylvie se nos presenta como una niña formal que se siente irremediablemente atraída por la personalidad arrolladora de la que sería su gran amiga.

A lo largo del relato asistimos al proceso que ambas comparten en su empeño por subvertir las convenciones y las expectativas asfixiantes de su entorno, ignorantes del trágico precio que tienen la libertad y la ambición intelectual y existencial.

Una historia catártica para la autora, tal vez demasiado reveladora para publicarla en vida, cuya recuperación –junto con algunas fotografías y cartas que sirven de testimonio– constituyó en su día todo un acontecimiento literario. En el epílogo, Sylvie Le Bon de Beauvoir define cómo fue «la primera aventura del corazón» que sintió Simone: «lo que siente por Zaza es pasión».

Zaza murió un mes antes de cumplir los 22 años, una catástrofe que perseguió a Simone de Beauvoir y que, según revela la autora del epílogo, «intentará combatir con el sortilegio de la literatura». De Beauvoir no puso título a esta obra, donde cuenta su historia y donde por primera vez escenifica el tema de la gran amistad que las unió, aunque en “Memorias de una joven formal”, en 1958, integró la historia de la vida y muerte de Zaza.

Para Sylvie Le Bon de Beauvoir, Zaza murió «porque intentó ser ella misma y la convencieron de que esta pretensión era algo malo, porque era excepcional y no pudo adaptarse, que es una palabra funesta que significa encajonarse en el molde prefabricado». Por ese motivo «trituraron su singularidad, en un ambiente saturado de religión», señala la firmante del epílogo.

A través de Andreé, el alter ego de Beauvoir, el lector conocerá a Zaza, pero poco se refleja en esta novela de la autora de “Los mandarines”, de su vida o de su posterior emancipación. No obstante, descubrimos cómo la familia de Zaza desconfió de Beauvoir, «esa joven descarriada que estudia en la Sorbona, que tendrá una profesión, se ganará la vida y la independencia». Simone de Beauvoir se sintió culpable por sobrevivir a su amiga y esta novela corta, dice su hija adoptiva, «cumple la misión que Simone atribuía a las palabras: la de luchar contra el tiempo, contra el olvido y la muerte».

En relación a cómo surgió la opción de publicar esta obra, Sylvie Le Bon reveló que poco antes de morir, en 1986, Simone de Beauvoir la autorizó a hacer lo que quisiera con el manuscrito y añadió «en cualquier caso, no lo destruyó».