Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Confinamiento perimetral de Nafarroa y cierre de la hostelería

María Chivite anunció ayer, ante el avance imparable del covid y la evidencia de que hay que tomar medidas más contundentes para hacerle frente, que a partir de las 00.00 del jueves restringe durante quince días la entrada y salida de Nafarroa salvo casos excepcionales. También se cierran bares y los contactos se limitarán al ámbito convivencial.

En una comparecencia convocada a última hora de la tarde, María Chivite anunció el cierre durante quince días, a partir de las 00.00 del jueves, de la entradas y salidas de Nafarroa, que solo podrán franquearse en casos excepcionales establecidos por obligaciones laborales, servicios esenciales o de urgencia. La lehendakari argumentó esa decisión, cuya dureza no intentó ocultar, en la evidencia de que hay que adoptar medidas más contundentes para hacer frente al covid, y justificó que la medida se aplique a todo el herrialde porque hay muchos municipios que tienen tasas preocupantes, más allá de Iruñea, cuyo posible confinamiento ya se había barajado en los últimos días.

Junto a ello, anunció que se procederá a aplicar otras medidas, cuyas consecuencias dijo entender, como el cierre de bares (que podrán seguir sirviendo a domicilio), el de establecimientos comerciales a las 21.00, la reducción del aforo del transporte al 50% y la restricción a la unidad familiar de los contactos dentro de los domicilios. En el caso de personas solas o dependientes podrá ampliarse ese grupo estable de relación a personas cuidadoras, limitándose al mínimo imprescindible los contactos con personas de fuera de esas burbujas.

«Soy consciente de que la ciudadanía está cansada. Estamos ante una vivencia dura, pero el virus sigue siendo fuerte porque no tenemos herramientas. La movilidad y la actividad benefician al virus», explicó.

Avance descontrolado

Los datos del domingo no cambiaron la sensación de inquietud y urgencia que se había ido gestando durante la semana pasada en Hego Euskal Herria, con cifras de contagios que solo bajaron en la medida que se hicieron menos PCR y una tasa de positividad en cotas muy altas, 17,1% en Nafarroa y 8,4% en la CAV, que muestra un avance descontrolado del coronavirus.

Pero en ese cuadro general, la situación más preocupante es la de Nafarroa, que además registró el domingo el fallecimiento de dos mujeres de 92 y 97 años. De modo que la rueda de prensa de Chivite vino a confirmar lo que hacía tiempo que se venía percibiendo en la calle, que venían medidas más estrictas.

La lehendakari subrayó que, si bien Nafarroa es la comunidad que «más pruebas hace, que tiene una gran trazabilidad de los casos y una muy buena fiabilidad de sus datos», la situación «viene siendo preocupante desde las últimas semanas» y las cifras son «muy altas».

«Nos ha pillado la segunda ola en Navarra con un número basal muy elevado y necesitamos frenar, hacerlo rápido y de manera brusca», explicó, añadiendo que «no queremos llegar a una situación en la que el sistema sanitario quede comprometido» y delimitado solo a pacientes de covid-19. Por ello, justificó su decisión de «no esperar más para dar un paso adelante, algo que nuestros sanitarios nos están pidiendo». En esa línea, hizo un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía para que estas medidas surtan efecto sin tener que estar pendientes del despliegue policial. «Si se es exigente, estas medidas funcionarán», señaló.

Añadió que no le es ajeno que estas medidas pueden tener un efecto negativo para la hostelería, pero dijo que era necesario adoptar el cierre. «Soy consciente de lo que supone», aseguró, antes de recordar que se destinarán diez millones de euros para el sector, una cifra que asumió que puede ser insuficiente. Reconoció que las medidas que afectan a la hostelería habían sido las más difíciles de decretar.

Dado que el mayor contagio se ha demostrado en actividades sociales y zonas de interior, el paquete de medidas aprobado se completa con una veintena de medidas sectoriales. Así, en el caso de las galerías y zonas de ocio de las grandes superficies, se prohíbe su uso recreativo, quedando limitado el acceso y uso de estas áreas comerciales solo para realizar compras.

Chivite expresó su confianza en que estas medidas sean efectivas para frenar el coronavirus, pero señaló asimismo que en el Ejecutivo no descartan «ir más allá», pese a subrayar que las restricciones que se han adoptado son las más estrictas que se han aplicado en todo el Estado.

Sin estado de alarma

En este sentido, la mandataria navarra dijo que no tiene pensado pedir la declaración del estado de alarma al Gobierno español y destacó que Nafarroa hace uso de sus competencias al aplicar las medidas. Además, desligó su aplicación a partir del jueves de la llegada de la Vuelta mañana mismo al herrialde, afirmando que las restricciones no afectan a las actividades deportivas. «Tampoco habrá problemas para que un equipo venga a jugar al Sadar», añadió al respecto.

 

Denuncian el «desamparo» en las residencias

Ante una situación «insostenible» y con el objetivo de defender los derechos de sus seres queridos, familiares de usuarios y usuarias de residencias, de personas que han muerto en esos centros y de quienes requieren cuidados y ayudas a domicilio han creado en Nafarroa la asociación Zainduz.

Sus portavoces Sergio Gómez y Mikel Auza explicaron ayer que esta asociación, que cuenta con familiares de lugares como Iruñea, Burlata, Barañain, Noain, Lizarra, Tafalla o Tutera, se ha puesto en marcha porque «no podemos permitir que una pandemia haga estragos en las familias por el desamparo de las instituciones». Añadieron que «los recortes presupuestarios, la privatización de los servicios, la falta de personal, la precariedad de las condiciones de trabajo y el abandono de las tareas de inspección por parte de las instituciones han deteriorado la calidad de los servicios».

La pandemia está dejando al descubierto estas deficiencias que, según apuntaron, «han convertido las residencias en centros de aislamiento, donde se vulneran los derechos de las personas usuarias y trabajadoras». «El cierre de las residencias –lamentaron– ha supuesto un maltrato institucional para nuestros mayores». En la rueda de prensa también denunciaron que «los afanes privatizadores y economicistas de las distintas administraciones han derivado en un modelo de negocio y lucro basado en criterios mercantiles que busca sobre todo la rentabilidad económica».Pello GUERRA