Texto: J.S.

Carlos Dávalos y el Waska de Gasteiz siguen acumulando triunfos

Tras el ya famoso «Bacalao Club Ranero» ganador en la edición de 2019, Carlos Dávalos vuelve a vestirse la txapela de la Semana del Pintxo de Araba con su propuesta «KM 0», una elaboración de potro de la montaña alavesa con la que el cocinero del Waska de Gasteiz ha querido hacer un guiño al producto local y de cercanía.

El Waska es un coqueto local del centro de Gasteiz –está ubicado muy cerca del Palacio de la Diputación– especializado en pintxos, platillos y menús del día, y que en los últimos años se está haciendo grande a base de encadenar galardones en todos los concursos gastronómicos en los que participa..

Si hace dos años era el «Bacalao Club Ranero» el que se proclamaba ganador del Pintxo de Oro de Araba, este año ha sido otra propuesta elaborada en la cocina del Waska la que ha vuelto a obtener el máximo galardón.

Se trata del pintxo «KM 0», una elaboración de Carlos Dávalos y Eduardo Ragazzi basada en la carne de potro de la montaña alavesa, que condimentan con tartufata (salsa de trufa negra), shitake y foie, formando con todo ello un filete ruso e introduciéndolo en un rulo de brick. Todo ello se coloca sobre una oblea de arroz y se acompaña con un puré de patata alavesa y un hummus de alubia pinta alavesa, tartufata y boletus.

En el campeonato, celebrado a finales del pasado mes de junio, la segunda posición fue para «Panseta», una elaboración de Maikel Santos y María Laskibar, del Kea de Gasteiz. Un tranpantojo en base a un guiso de panceta y costilla muy potente, equilibrado con hierbabuena, romero y tomillo. Este guiso va introducido en un pan cristal, al que le dan la forma de tallo y la txapela es un merengue seco de boletus que va relleno de champiñón crudo y una emulsión de boletus.

Y tercero fue el pintxo «Mar de Laia» de Jon Estívariz y Ander Carrión, del Atabaka de Nuestra Señora de Oro, con el que trataron de llevar la esencia marina a un bocado. Un guiso de calamar con una salsa americana que la encapsulan y pasan por una masa «ninuyaki», en un airbag de gamba, elaborado con un pan de gamba muy triturado. Acompañan con un gel marino elaborado con caldo de mejillón, cebolla frita y un tartar de calamar y un alga marina con forma de uva, que aporta salinidad.

El Premio Popular fue para Fran Millán, de La Viña, por su pintxo «Beldurrak». Se trata de una versión del clásico Matrimonio, un bombón relleno de mousse de bonito escabechado y anchoa, recubierto por una capa de piparrak sobre la que reposa un boquerón, decorado con ajo, vinagreta, alioli y picante. Es el pintxo que cautivó a los consumidores en la fase de degustación en bares que se extendió del 18 al 27 de junio.

El Jurado de la final de este certamen estuvo compuesto por Lierni Balantzetegi del Bocca de Miranda de Ebro, Armintz Gorrotxategi de Rafa Gorrotxategi de Tolosa, Carlos do Rosario de La Casa del Patrón, Vicente Alonso de Nolula de Torrelavega y Verónica Montespier de La Huerta de Chicha de Iruñea.

Participaron como jurados en las sesiones clasificatorias: Sergio Jimeno de La Arrancadilla de Logroño, Jesús González del Sagarra de Ermua, Gabriel Pérez del Rincón de Flor y Nata de Calahorra, Igor Ruiz del Batzoki de Miribilla, Eneko Urtaran de Casa Areso de Murgia, Rober Vega del Giroa de Ermua, Aaron Ortiz del Kubo de Iruñea y Jon Gil del Aspaldiko de Loiu.