Iñaki LEKUONA
Profesor
AZKEN PUNTUA

Griego

Ayer, Eric Zemmour avanzó que su partido se llamará Reconquista. Hoy lunes, el primer ministro Castex anunciará el endurecimiento de las medidas para controlar la pandemia y lo hará tras la reunión del Consejo de defensa sanitaria ideado por Macron. La terminología bélica nos anuncia que hay una guerra ahí fuera, varias en realidad, una contra los que pretenden suplantar la raza blanca y otra contra un virus malévolo que es el único responsable de la crisis que vivimos.

Pero en realidad no hay guerra alguna, sólo humo. Una humareda tras la que se esconde un sistema que busca perpetuarse a nuestra costa y que para ello alimenta inseguridades, como la de la inmigración o la de la enfermedad, sin dar en ningún momento no ya una solución, ni siquiera una respuesta.

La decimotercera letra del alfabeto griego, la o pequeña, identifica a la última variante del covid, Omega es la última, como la zeta de Zemmour, tan peligroso como una enfermedad virulenta, pero contra el que no hay vacuna eficaz.

Con la sanidad desmantelada, la política herida de muerte, y la ciudadanía mirando hacia la extrema derecha y no precisamente con temor, el miedo conquista bastiones que hasta ahora, por cultura democrática, eran inexpugnables. Y en toda esta trama, es difícil quitarse de encima esa extraña sensación de que desde el Gobierno francés y más allá de él algunos nos están haciendo un griego.