Francia es más bella ahora que Nueva Caledonia ha decidido quedarse», piropeó ayer Emmanuel Macron tras los resultados de un referendo en el que la mayoría de participantes insulares, un 96%, expresó su deseo de permanecer en la Vª República. Muy hermoso todo si no fuera porque los partidos independentistas boicotearon el escrutinio al considerar que no han podido desarrollar su campaña electoral en igualdad de condiciones que el Estado. La participación, del 44%, es aquí más que suficiente. Madrid estimó hace cuatro años que una participación muy similar durante el referendo de Catalunya era del todo insuficiente, por ende, antidemocrática. Es lo que tienen los Estados de derecho, que cada cual se lo monta a su gusto y al final lo presenta todo bien bonito, en muchas ocasiones saltándose los derechos y tirando por lo banal. Porque Francia es más bella ahora que la representante de île-de-France se ha proclamado miss hexágon en una nueva edición que culminaba ayer en Israel con una coronación universal. «Pienso –reflexionó la ganadora– que cuando tienes entre 18 y 24 años, cuando coges el micro, cuando desfilas en bañador ante millones de espectadores y cuando decides tomar las riendas de tu vida, eso es ser feminista». Igualito que miss Grecia, que decidió no participar en la final de Israel en denuncia de la opresión a la que somete a Palestina. Definan belleza.