Belén Martínez
Analista social
AZKEN PUNTUA

Generación Z

El movimiento juvenil Generación Z surgió para impulsar la candidatura de Eric Zemmour con vista a las elecciones presidenciales de 2022. Zemmour es un producto mediático cuyo éxito se basa en el apoyo de una pléyade de editorialistas. El Drumont de la nueva era. Racista, antisemita, sexista y negacionista obstinado con la rehabilitación de Vichy y de Pétain.

¿Qué tedio arroja a sostener a un tipo condenado, en 2019, por proferir insultos racistas tres años antes? ¿Qué futuro dibuja en el horizonte quien impele a las musulmanas a elegir entre el islam y Francia? Invasiones, golpes de sable, «yihad» en las banlieue. Zemmour es el teniente coronel Killroy de los barrios humillados. A él también le encanta el olor del napalm por la mañana. Huele a victoria.

El fin de semana hizo campaña en Armenia, «nación cristiana en medio de un océano islámico». En el monasterio de Khor Virap dijo que estaba en el corazón de la guerra de civilización. No fue recibido con las salvas de la liberación en el aeropuerto de Erevan. Jóvenes gritaban: «¡Racista! ¡Fascista!».

Entretanto, una cincuentena de militares franceses muestran abiertamente su simpatía por las Waffen-SS y el franquismo. Como diría Lope de Vega: «Cayéronsele a Europa de las faldas las rosas». Se rompe el espejito mágico y, en cada fragmento, pedazos de cruces gamadas.