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IRUN

Moussa, un sin hogar fallecido en Irun sin que las instituciones lo sepan

Varios colectivos sociales han denunciado la muerte el pasado 31 de diciembre de Moussa, un senegalés que lleva años viviendo en Irun, cerca de Ficoba, en situación de calle. La comunidad musulmana ha emprendido una recogida de fondos para su repatriación.

Diferentes colectivos sociales y humanitarios han denunciado la muerte de una persona que llevaba desde hace varios años viviendo en la calle en Irun. La víctima se llama Moussa y, tal y como han indicado asociaciones como SOS Racismo e Irungo Harrera Sarea, era una persona bastante conocida en el municipio guipuzcoano y «tenía muy buena relación con vecinas y comerciantes que hacen vida alrededor del Puente de Santiago». Vivía entre el recinto ferial Ficoba y el Stadium Gal.

Según señalan, el motivo de la muerte de Moussa, el día 31 de diciembre, no ha sido certificado como causa de covid-19 pero sí como una insuficiencia respiratoria. GARA ha contactado con el Ayuntamiento de Irun, pero asegura desconocer el caso y no haber recibido información alguna de la policía municipal o de la Ertzaintza.

Al parecer, Mussa llegó a Irun hace años, después de haber estado trabajando en Iruñea. «Era una persona buena y pacífica. No quería ir a vivir a casa de nadie porque sentía que iba a molestar. Murió entre sus pertenencias sin que los servicios sanitarios pudieran hacer nada», señala un comunicado hecho público por SOS Racismo Gipuzkoa y difundido por diferentes cuentas a través de las redes sociales, donde algunas personas y colectivos han mostrado su enfado por lo sucedido.

«¿No hay recursos en Irun para evitar que personas residentes desde hace años en la ciudad y que viven en situación de vulnerabilidad puedan enfermar hasta el punto de morir en la calle?», se pregunta la asociación.

El cuerpo de Moussa fue llevado al tanatorio de Usurbil, y la comunidad musulmana de Irun, al igual que ha hecho con otros migrantes muertos, ha puesto en marcha una recogida de fondos para poder repatriar su cuerpo a Senegal.

Las personas que duermen en las calles de Irun han ido en aumento en los últimos años. Esta cuestión fue debatida en un Pleno de febrero del pasado año, después de que la Asociación Zambra presentara una moción aprovechando el turno popular. No se aprobó finalmente su texto, sino uno alternativo que presentaron PSOE y Podemos-IU (miembros del Gobierno municipal), y que apoyó el PP.

La plataforma Beste Bi denuncia la reciente muerte de una mujer sin hogar en Bilbo

Una concentración convocada por la plataforma por la inclusión residencial y a favor de las personas sin hogar Beste Bi denunció ayer el reciente fallecimiento de una mujer sin hogar en Bilbo. La plataforma ha reivindicado un mayor compromiso de las instituciones en el desarrollo de políticas públicas que luchen contra la desigualdad.

La relación entre los miembros de la plataforma y la persona fallecida empezó hace dos años, un tiempo suficiente para «conocerla y quererla», pero demasiado poco «como para apoyarla en lograr unos buenos cimientos sobre los que construir un nuevo proyecto vital». «Con solo 40 años, su cuerpo, castigado por una vida muy dura, no aguantó más», explicaron.

Junto a una pancarta que rezaba ‘Etxerik gabekoen duintasunaren alde’, desde la plataforma denunciaron que «ella es la que ha muerto, pero el fracaso es colectivo. Tanto de quienes vivimos cómodamente siguiendo unos valores que arrinconan a algunas de las personas más débiles, como de las instituciones que no llegan a atender de manera óptima a todas las que lo necesitan».

Además, explicaron que las instituciones públicas están empezando a elaborar la «nueva estrategia de atención a las personas sin hogar». Beste Bi considera necesaria una reflexión «profunda y compartida» y les plantea la necesidad de elaborar esta estrategia conjuntamente entre el Gobierno, las diputaciones y los ayuntamientos, con la colaboración del Tercer Sector; desarrollar los servicios y las actuaciones necesarias con un «presupuesto adecuado»; una implantanción adaptada a los diferentes lugares del terrirtorio y no solo en las tres capitales; y de hacerlo con «perspectiva de género y sistemas de seguimiento y evaluación».

Finalmente, pidieron a las instituciones públicas que «incluyan en los planes de recuperación la lucha contra la desigualdad» y que «se tenga en cuenta el Compromiso Social de Oporto del 7 de mayo de 2021». En especial, hicieron alusión a «desarrollar políticas públicas que fortalezcan la cohesión social y luchen contra todas las formas de discriminación», a la vez que «promuevan la igualdad de oportunidades para todos».Marcel PENA