Asier ROBLES
BILBO

Hallan en Begoña una fosa común de la guerra del 36, con 46 cuerpos

La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha hallado en el cementerio de Begoña (Bilbo) la mayor fosa común de la guerra del 36 que se ha exhumado hasta el momento en la CAV. En ella han encontrado los restos de 46 personas, de las que 42 eran gudaris o milicianos que, probablemente, murieron en la batalla de Artxanda entre el 15 y el 18 de junio de 1937. A través de Gogora, se intentará llevar a cabo la identificación de los cuerpos con pruebas de ADN.

El alcalde Aburto y miembros de Aranzadi expusieron algunos objetos encontrados en el hallazgo de Begoña en el Ayuntamiento
El alcalde Aburto y miembros de Aranzadi expusieron algunos objetos encontrados en el hallazgo de Begoña en el Ayuntamiento (Monika DEL VALLE)

Arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi han descubierto en el cementerio de Begoña (Bilbo) la mayor fosa común de la guerra del 36 hallada en la CAV hasta la fecha. El hallazgo fue presentado ayer en el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbo por el secretario general de Aranzadi, Juantxo Agirre, que estuvo acompañado por el alcalde bilbaino, Juan Mari Aburto, y la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno de Lakua, Beatriz Artolazabal.

El descubrimiento se sitúa en el marco del proyecto ‘Begoñako Argia’ puesto en marcha en octubre para recuperar los restos de las víctimas de la guerra inhumadas en este cementerio, que estuvo en funcionamiento entre 1813 y 2003 y que fue clausurado en 2006.

Fruto de estos trabajos y de la documentación previa, se conocía la existencia en este cementerio de restos de personas cuyas muertes se situaban en el contexto de la guerra del 36. Algunos de ellos ya habían sido exhumados, tanto previamente como en el marco de ‘Begoñako Argia’. La mayoría se correspondían con enterramientos individualizados y todos aparecían documentados en el registro cementerial.

Sin embargo, en las últimas semanas el equipo de Aranzadi halló una gran fosa común de la que no se tenía constancia ya que no había ninguna referencia a ella en los documentos. En este enterramientos se han encontrado restos de 46 personas y multitud de objetos.

La fosa está dividida en cuatro partes contiguas. En las partes una y dos, el equipo de arqueólogos descubrió dos individuos en cada una, que se encontraban boca arriba. Al menos uno de ellos tenía signos de haber sido ejecutado (orificio de bala en el cráneo y con las manos atadas a la espalda). Desde Aranzadi explicaron que al menos dos de estas cuatro personas podrían ser del bando franquista, ejecutados por parte de los republicanos poco antes de perder Bilbo en junio de 1937.

En las partes tres y cuatro de la fosa, los arqueólogos encontraron enterramientos de otro carácter. En ellas localizaron 17 y 25 cuerpos, respectivamente. En la presentación de ayer, Agirre detalló que, «por las evidencias del material encontrado», todos ellos se corresponden con soldados republicanos, tanto gudaris como milicianos.

El secretario general de Aranzadi explicó que estas 42 personas, probablemente, murieron en el frente de guerra entre los días 15 y 18 de junio de 1937 –días antes de la toma de Bilbo por parte del Ejército franquista– «la mayoría en la batalla de Artxanda». Desde el frente fueron trasladados al cementerio de Begoña y enterrados sin ningún tipo de registro ante la inminente caída de la ciudad.

Identificación

Tal y como anunciaron, a través del instituto de la memoria Gogora, en los próximos meses se va a proceder a realizar pruebas genéticas a todos los restos aparecidos, que se cruzarán con el ADN de familiares de víctimas de la guerra.

No obstante, con el objetivo de aumentar la posibilidad de poder identificar a estas personas, desde Lakuan realizaron un llamamiento a las familias que tengan indicios de que su familiar pudo morir en la defensa de Bilbo para que se pongan en contacto con Gogora y, en el caso de que proceda, a donar su muestra de ADN.

Otro aspecto que añade importancia a esta fosa común es la multitud de objetos encontrados junto a los cuerpos: monedas, peines, mecheros, botones, navajas, botas, mucha munición, hebillas de cinturón, chapas con escudos...

Artolazabal precisó que una primera limpieza de las chapas identificativas halladas en la fosa apunta a qué batallones podrían pertenecer los fallecidos y, en concreto, avanzó que pueden ser gudaris del Batallón San Andrés, unidad de Eusko Gudarostea vinculada al sindicato Solidaridad de Trabajadores Vascos; milicianos del Batallón Jean Jaurés, vinculado a Unión General de Trabajadores; y también se cree que puede haber milicianos anarquistas.

Otros 28 desenterramientos

Peros estos 46 no son las únicas víctimas de la guerra del 36 halladas en el cementerio de Begoña. Aranzadi había exhumado ya 28 cuerpos, entre los que se encuentran soldados muertos en el frente y civiles muertos a causa de los bombardeos. Además, nueve personas ya fueron exhumadas y trasladadas a otros cementerio por sus familias en años anteriores.

El 4 de diciembre de 2021, en el marco del proyecto ‘Begoñako Argia’ Aranzadi comenzó con los trabajos para recuperar en torno a medio centenar de víctimas mortales documentadas de la guerra del 36. En esta primera intervención se exhumaron catorce individuos: cinco víctimas mortales de los bombardeos que sufrió Bilbao y nueve gudaris y milicianos fallecidos en el frente o en hospitales militares a causa de heridas de combate.

El 29 de enero de 2022 continuaron los trabajos de exhumación en la zona de Santa Teresa. En esta fecha se desenterraron los restos de tres gudaris y una persona fallecida a causa de un bombardeo. Una de esas cuatro personas era Tomás Rubín Marín, cuyo hijo Ángel Rubín y el resto de la familia estuvieron presentes en la exhumación.

Este mes de marzo, el equipo de Aranzadi llegó a la última zona de Santa Teresa donde constan enterramientos individualizados de la guerra del 36, y según el registro cementerial una pequeña fosa común con cuatro individuos. A día de hoy, en este punto, se han realizado doce exhumaciones de enterramientos individualizados: cinco de soldados republicanos procedentes del frente de guerra, una de un requeté procedente del frente sublevado, dos exhumaciones de víctimas mortales de bombardeos (madre e hija) y tres personas fallecidas por la explosión de un obús que no deflagró tras la caída de Bilbao ante las tropas franquistas.

La de Begoña sería la segunda mayor exhumación de una fosa común de la guerra del 36 en Euskal Herria.

Según se recoge en el listado oficial de fosas del Gobierno de Nafarroa, en 1959 se exhumó en Valcardera, una corraliza ubicada en las Bardenas en término de Cadreita, una fosa con 53 cuerpos pertenecientes a presos de la cárcel de Iruñea que habían sido ejecutados. La fosa se desenterró sin conocimiento ni autorización de los familiares y los restos de los ejecutados fueron trasladados al Valle de los Caídos.

En la ladera norte del monte Ezkaba (al norte de Iruñea) hace años también se encontró un cementerio donde fueron enterrados 131 prisioneros republicanos del Fuerte de San Cristobal. El lugar se nombró como ‘Cementerio de las Botellas’ porque todos los cuerpos inhumados tenían una botella entre las piernas, donde se guardaba un documento con los datos e identificación de la persona fallecida.

 

Durangoko bonbardaketaren biktimen memoria jasotzen duen dokumentala

1937ko martxoaren 31n faxistek Durango bonbardatu zuten. 336 pertsona baino gehiago hil zituzten, orduko biztanleriaren %5. 85 urte igaro dira eta herriak ez du gertatutakoa ahaztu. Biktimen oroimena bizirik dago. Eta gaur egun berezia izango da beraientzat; izan ere, arratsaldeko bostetan estreinatuko da “31 vidas, el homenaje” izena duen dokumentala. Iban Gorriti kazetariak eta Lander Petralanda editoreak zuzendu dute bizirik atera zirenen testigantzak jasotzen dituen lana.

40 minutuko dokumental honek Edita Gomez, Lidia Larrea, Mikel Aretxaga, Maite Andueza eta Nati Bilbaoren lekukotzak biltzen ditu, baita biktimen senideena ere. Gainera, lan honetan parte hartu dute Euzko Gudarostea osatzen zuten indar politiko ezberdinetako ordezkariek; horien artean, Iñigo Urkullu lehendakariak, Andoni Ortuzar EBBko presidenteak, Arnaldo Otegi EH Bilduko koordinatzaile nagusiak, Eneko Andueza PSEko idazkari nagusiak, Jon Hernandez EPK-ko idazkari nagusiak eta Raquel de la Fuente CNTko ordezkariak.

Gorritik adierazi duenez, «protagonista bakoitza oso desberdina da, eta bere emozioak transmititzeko modu bat du. Batentzat, adibidez, dokumentala terapia bat izan da». Izan ere, biktima horietako batzuek ez dute inoiz beren bizitzako pasarte hura jendaurrean kontatu. Lidia Larreak, esaterako, bere aitaren heriotza gogoratzen du dokumentalean: «Nik ez nuen haurtzarorik izan. Amari lagundu behar izan nion aurrera egiten».

Zuzendariek ohartarazi dutenez, biharkoa egun berezia izango da Edita, Lidia, Nati, Mikel eta Maiterentzat. Hiru saio antolatuko dira (17.00etan, 18.30ean eta 20.15ean) Zugaza zineman, eta bertan bi omenaldi egingo dira.

Dokumentalean ikusiko dira Gorritik berak idatzitako “31 vidas, el bombardeo contra Durango” liburuko protagonisten argazkiak. Urteetan zehar topatu dituen protagonista isil horien istorioak berreskuratu eta herriko oroimenaren lehen planora itzuli ditu kazetari durangarrak.

GAUR8k argitaratutako erreportaje batean azaldu zuenez, liburua plazaratu zuenetik hainbat dei jaso du 1936ko gerrako kontakizunak biltzeko, baina dagoeneko esku artean dituen zenbait istoriorekin «bizitza antifaxistak» protagonista izan ditzakeen lan bat dauka buruan. Aldi berean, Abadiño eta Zornotzako udalekin ari da lanean oroimenarekin lotutako proiektuetan.

Bere esanetan, Hego Euskal Herrian mila bonbardaketa baino gehiago izan ziren eta «bizi izandakoaz jabetu dira asko orain, liburuan agertzen diren asko bezalaxe, konturatu dira azken urteetako une tragikoena bizi izan zela».GARA