El Ibex rescató ayer los 8.300 puntos, que han estado en juego durante toda la semana por la alta volatilidad y los malos datos macroeconómicos. Los inversores, a diferencia de sesiones anteriores, contaron con el apoyo de Wall Street, que rebotaba con fuerza a la hora del cierre de las negociaciones en Europa. No fueron freno las palabras del presidente de la Fed, Jerome Powell, que adelantaba penalidades para la economía por las medidas previstas para atajar la inflación. Además, reconocía el error de la Fed por no haber iniciado ante la subida de los tipos de interés, una decisión que hubiera podido evitar el rápido aumento de los precios y su persistencia.

Mientras tanto, los problemas crecen en el frente de guerra geopolítico. La apuesta de Finlandia por entrar en la OTAN aviva el miedo a una reacción incontrolada de Rusia, opuesta a compartir fronteras con países de la Alianza. En el plano energético, crece el riesgo a un corte de suministro de gas, más allá de los problemas técnicos alegados por Ucrania y Rusia.

En este escenario crítico, el Ibex se rehízo de la caída del jueves y cerraba con una subida del 1,68%, hasta los 8.338,10 puntos. En la semana, después de cuatro consecutivas en rojo, suma un 0,19%. Las bolsas europeas también lograron avances notables: París mejoró un 2,52%, Fráncfort, un 2,10%, Milán, un 2,05%, y Londres, un 2,55%. En Nueva York, los índices subían con fuerza a la hora del cierre en Europa. El mejor, el Nasdaq 100, que recuperaba más de un 3%.

Los mejores del Ibex eran Fluidra (+4,78%) y Solaria (+4,53%). De los grandes, destacaron los avances de BBVA (+3,01%), Santander (+2,81%) e Inditex (+2,24%). Las acciones de Naturgy (-1,44%) registraron la mayor bajada.