El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, y el presidente de Finlandia, Saulio Niinisto, firmaron ayer un acuerdo a tres bandas en virtud del cual Ankara levanta su veto a la adhesión de Helsinki y Estocolmo a la OTAN.

Los mandatarios de los tres países mantuvieron unas horas antes, en la víspera del inicio de la cumbre de Madrid, una reunión en la que también participó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para desencallar el principal problema de esta reunión que se presenta como «histórica» y en la que se pretende enviar un mensaje de «unidad» frente a Rusia.

Turquía había frenado hasta ahora la adhesión -que ambos países pidieron oficialmente hace más de un mes- alegando su supuesta connivencia con organizaciones como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG) por la presencia de refugiados kurdos en sus territorios a los que Ankara tacha de «terroristas»

Extradiciones.

Así, exige extradiciones de activistas kurdos y de supuestos seguidores del clérigo islamista Fetulah Gülen, pero también que sus aliados acepten la operación militar que Ankara ha anunciado contra el autogobierno kurdo en el norte de Siria.

También reclama que se elimine el veto a la venta de armas a Turquía aplicado desde las anteriores invasiones del norte sirio. Erdogan dijo ayer haber obtenido la «plena cooperación» de Finlandia y Suecia contra los activistas kurdos.

«Turquía ha obtenido lo que quería», aseguró la Presidencia turca.

Helsinki y Estocolmo se comprometen a «mostrar solidaridad con Turquía en la lucha contra el terrorismo en todas sus formas».

Asimismo, las dos capitales han acordado no «imponer restricciones ni embargos a las industrias de defensa», añadió la Presidencia.

Según Stoltenberg, el compromiso de Suecia y Finlandia para ayudar a Turquía con la «garantía de su seguridad nacional», incluye modificaciones en sus legislaciones para incluir como objetivo las operaciones del PKK y apuntar a la extradición de los presuntos miembros.

«Finlandia y Suecia están preparados para trabajar con Turquía sobre las extradiciones pendientes de sospechosos de terrorismo, pero al mismo tiempo, este proceso de extradición se llevará a cabo según la convención europea de extradición, respetando el Estado de derecho y el sistema jurídico de los países», añadió.

A pesar de que el primer ministro británico había asegurado que el diálogo fue «difícil», poco después la Oficina de la Presidencia de Finlandia y los ministros de Exteriores de los países involucrados firmaban el Memorando de Entendimiento, que «confirma el apoyo de Turquía para invitar a Finlandia y Suecia a unirse a la OTAN en la cumbre de Madrid de esta semana».

Stoltenberg confirmó que la OTAN invitará a Suecia y Finlandia a ingresar en el club militar tras el acuerdo que «responde a las inquietudes de Turquía sobre exportaciones de armas y la lucha contra el terrorismo».

El documento no supone la adhesión inmediata, pero sí inicia el proceso, cuyos pasos concretos se darán en los próximos días.

«Nuestro Memorando de Entendimiento enfatiza que Finlandia, Suecia y Turquía se comprometen a brindarse pleno apoyo mutuo contra las amenazas a la seguridad de los demás. A medida que nos convertimos en aliados de la OTAN, este compromiso se fortalecerá aún más», apuntó la Presidencia de Finlandia.

EEUU refuerza su presencia militar en Europa

Estados Unidos detallará hoy en la cumbre de la OTAN en Madrid cómo va a reforzar su presencia militar en Europa. Su presidente, Joe Biden, anunciará los «nuevos compromisos militares en tierra, mar y aire a largo plazo» en el continente, según adelantó Jake Sullivan, el principal asesor diplomático y militar del mandatario estadounidense antes de que el Air Force One aterrizara en Madrid. Añadió que varios países de la Alianza también participan con la promesa de «aumentar su aportación en la defensa del flanco oriental, o con especial énfasis en el Báltico».

Biden adelantó uno de estos nuevos «compromisos» durante su entrevista con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, al que explicó que EEUU aumentará de cuatro a seis el número de destructores en la base naval de Rota, una pieza fundamental del sistema antimisiles de la Alianza Atlántica, capaces de operar desde el Cabo de Buena Esperanza hasta el Círculo Polar Ártico.

«Al final de esta cumbre habrá un aparato más robusto, más eficaz, más creíble (...) para tener en cuenta una amenaza rusa más aguda y grave, no solo por lo que han hecho en Ucrania, sino también por la forma en que han cambiado su posición frente a Bielorrusia», aseguró el asesor. La Casa Blanca también espera que la cumbre confirme el «notable aumento de las contribuciones» a los gastos militares prometido por los países miembros, es decir, el compromiso de destinar a este fin al menos el 2% del PIB.

Por su parte, el Kremlin criticó que la OTAN es un bloque «bastante agresivo, creado para la confrontación, que continúa demostrando su esencia al cumplir su tarea por defecto de acercar su infraestructura a nuestra fronteras». Añadió que Moscú también fortalece su frontera occidental ante este acercamiento que no ha cesado en las dos últimas décadas. GARA