Puercoespines
Pablo Nabarro Lekanda
Atención amigas y amigos, este no pretende ser un mensaje alarmista, apocalíptico, pero sí de cierto interés científico, social y político, por supuesto. Todo parece indicar que nos encontramos ante la aparición de una nueva especie de puercoespín que está generando una gran alarma social precisamente ahora, en un momento de desinhibición pandémica, de jolgorio festivo y nubarrones económicos.
Hasta ahora sabíamos de la existencia de varios tipos de puercoespines: el africano, el europeo y el norafricano. Sabemos que se diferencian de los erizos en que son roedores, animales nocturnos y que endurecen sus púas como escarpias cuando se sienten agredidos. Nada que ver con la imagen amable y simpática que tenemos de los erizos (quién de los mayores no recuerda a Espinete y, entre nosotras, Kirikiño, que entre otras cosas da nombre a una Ikastola).
Pues bien, esa nueva especie parece ser de origen carpetovetónico, es bípedo, misógino y se siente perma- nentemente agredido, de ahí su peligrosidad. Es el Homo Hystris Cristata aunque para el resto de los comunes siempre será un cerdo con espines.

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