GARA
BARCELONA
ANIVERSARIO DEL 17A

Las divergencias políticas enturbian el duelo y la demanda de verdad

El acto institucional con motivo del quinto aniversario de los atentados en Catalunya estuvo marcado por el duelo, pero también por la protesta y demanda de verdad de decenas de asistentes, que mostraban pancartas reclamando investigación y explicaciones, hasta el punto de producirse discusiones entre manifestantes y los propios familiares de las víctimas.

Familiares de una de las víctimas depositan flores durante el homenaje.
Familiares de una de las víctimas depositan flores durante el homenaje. (Kike RINCÓN | EUROPA PRESS)

Los representantes de las instituciones cedieron el protagonismo a las familias de las víctimas en un emotivo pero tenso acto en Barcelona para conmemorar el quinto aniversario de los atentados del 17A. Unas 40 personas situadas en los alrededores rompieron el silencio al grito de «queremos la verdad» y abuchearon a los políticos, a pesar de que varias víctimas les reclamaron que no lo hiciesen, enturbiando el ejercicio de memoria.

Con todo el protagonismo para las víctimas, en el acto, celebrado frente al mosaico de Miró en Las Ramblas, en segunda fila se situaron los representantes de las distintas instituciones, encabezados por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, la presidenta del Congreso español, Meritxell Batet, los ministros Miquel Iceta y Raquel Sánchez, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

El acto consistió en un minuto de silencio acompañado de la música del 'Cant dels Ocells' y una ofrenda floral, y también contó con la coral sinfónica de jóvenes Vozes, que interpretaron dos piezas musicales. En primera línea estuvieron los familiares de los fallecidos en los atentados, y también acudieron la vicepresidenta segunda del Parlament, Assumpta Escarp, y los consellers de Salud e Interior de la Generalitat, Josep Maria Argimon y Joan Ignasi Elena, entre otros. La presidenta de JxCAT, Laura Borràs, suspendida como presidenta del Parlament, también participó en el acto y se convirtió en protagonista. La líder de Junts fue recibida por quienes llevaron a cabo la protesta al grito de «presidenta, presidenta».

Enfrentamiento con víctimas

Antes, durante y después de que se celebrara el acto, unas 40 personas concentradas en los alrededores (horas más tarde protestaron frente a la sede de la Comisión Europea en Barcelona) abuchearon a los representantes políticos. «Queremos la verdad», «vergüenza» y «vosotros, fascistas, sois los terroristas» fueron algunas de las consignas, mientras mostraban pancartas con lemas como ‘Reclamamos explicaciones’, hasta el punto de que algunos de los concentrados rompieron el minuto de silencio: «España es un Estado asesino, queremos la verdad, hipócritas». El homenaje de recuerdo se enturbió, más si cabe, cuando los allegados de las víctimas les solicitaron que cesasen en su protesta. Algunos de los presentes no aceptaron la solicitud y llegaron incluso a encararse con las familias allí reunidas.

Posteriormente llovieron las críticas a Junts, que, a pesar de que Borràs se acercó a ellos al final del acto e incluso participó en la concentración frente a la sede de la CE, en un comunicado se quiso desmarcar de la plataforma que convocó la protesta y mostró su «más enérgico rechazo».

Recursos para la investigación

El president, Pere Aragonès, se limitó a agradecer en su cuenta de Twitter a los profesionales su labor durante el atentado y trasladó un recuerdo a las víctimas y un abrazo a sus familias. «El 'no tenemos miedo' que decíamos entonces sigue más vigente que nunca. Somos un pueblo de paz», apuntó. Otras voces de ERC sí que censuraron la interrupción del minuto de silencio. «No respetar un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de un atentado es miserable. Y sacar rédito político de ello, despreciable. No en mi nombre», señaló el diputado republicano Gabriel Rufián.

La CUP, a su vez, se sumó al homenaje a las víctimas y sus familiares, subrayando el papel jugado por «miles de vecinas que se plantaron ante el racismo y la islamofobia».

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, solicitó este miércoles que no se utilicen los atentados del 17 de agosto de 2017 en Las Ramblas para «alimentar teorías de la conspiración» porque los propios Mossos dicen que «no tiene ninguna base».

Además, reclamó al Gobierno español y a la Generalitat «reforzar los recursos y la infraestructura para atender a las víctimas del terrorismo». Sobre si cree que se requiere una investigación más extensa a través de mecanismos como una comisión de investigación en el Congreso, pidió apoyar a las víctimas que así lo piden.

En esa misma línea, el conseller de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, se comprometió a impulsar una ley catalana de atención a las víctimas del terrorismo: «Creo que debe existir este marco que regule el acompañamiento a las víctimas. Así lo haremos». Elena asumió que si las víctimas del 17A sienten falta de apoyo institucional significa que «algo se ha hecho mal», y añadió que se deberían haber sentido más acompañadas durante estos cinco años. El asesor de la Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo (Uavat) Robert Manrique también insistió en pedir una ley y una oficina catalana de atención.

El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont se sumó al recuerdo a través de las redes, pero subrayó que el mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas es «saber toda la verdad». «No es justo ni es humano negar a las víctimas el derecho a saber. Y es la mejor manera de aclarar dudas y responsabilidades».