D.L.

La UE advierte a Serbia y Kosovo con el manido «coco» de la no adhesión

El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, entabló ayer en Bruselas reuniones a varias bandas y difíciles con los líderes de Serbia y Kosovo tras el repunte de las tensiones suscitadas por las nuevas reglamentaciones administrativas y fronterizas a las que la minoría serbia respondió con bloqueos de carreteras.

Soldados de la OTAN, en un bloqueo de carretera.
Soldados de la OTAN, en un bloqueo de carretera. (Armend NIMANI | AFP)

El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, reclamó «flexibilidad» al presidente serbio, Alexander Vucic, y al primer ministro kosovar, Albin Kurti, y dejar atrás las recientes tensiones en el norte de Kosovo con el bloqueo de pasos fronterizos.

«Las tensiones recientes demuestran una vez más que es hora de avanzar en la total normalización», condición clave, recordó, para su futura e hipotética adhesión a la UE. «Espero que los líderes estén abiertos y sean flexibles para encontrar terreno común», subrayó Borrell en un mensaje en redes sociales tras recibir por separado a Vucic y Kurti, y antes de reunirles en torno a una mesa en el marco del «Diálogo Belgrado-Pristina« que promueve la Comisión Europea desde 2011.

La cita viene marcada por los bloqueos de pasos fronterizos de la minoría serbia de Mitrovica (norte de Kosovo) en protesta por la aplicación por el Gobierno de Pristina en julio de una ley, aprobada hace un año, que, invocando el principio de reciprocidad con respecto a Belgrado, exige a la minoría serbia que cambie las matrículas serbias de sus coches por placas oficiales kosovares. Insta, además, a que entreguen sus documentos de identidad serbios, que serían reemplazados por otros emitidos en Pristina. En caso de negarse, impone la obligación de que pidan permisos temporales de residencia a las personas que entren desde la frontera serbia a Kosovo.

Estas nuevas medidas provocaron un nuevo episodio de violencia intercomunitaria entre serbios y albaneses, separados por el río Ibar. Las fuerzas de la OTAN (Jkfor) se interpusieron entre ambas y EEUU logró el compromiso de Pristina para retrasar su entrada en vigor al 1 de setiembre.

El último cara a cara entre Vucic y Kurti en Bruselas se remonta a junio de 2021, cuando el dirigente kosovar y líder del partido Vetëvendosje (Autodeterminación) viajó por primera vez a la capital comunitaria meses después de ser elegido primer ministro.

«Quinta columna»

Albin Kurti rechaza todo acercamiento a Serbia y es muy crítico con la situación de protectorado que sufre Kosovo a manos de OTAN y UE. Alexander Vucic, que medra políticamente poniendo una vela a dios y otra al diablo (UE y Rusia, en el orden que quieran), se muestra escéptico y utiliza a los 120.000 serbios que viven en Kosovo -un tercio, en Mitrovica- como «quinta columna». Tampoco le faltan razones para desconfiar del Gobierno albano-kosovar.