GARA
ROMA
PERFIL [ GIORGIA MELONI ]

Una violación y dos melones para extender el viejo «Dios, patria y familia»

(Andreas SOLARO | AFP)

Quien es la vencedora de las elecciones italianas? Giorgia Meloni milita en la ultraderecha desde que era estudiante, no escondió su admiración por Benito Mussolini (de la que ahora dice renegar) y se impulsa en el uso desvergonzado de redes; de difundir una violación a posar con dos melones.

La líder de Fratelli d’Italia, Giorgia Meloni, ganadora de las elecciones italianas, ha sido definida como «posfascista». La etiqueta tiene que ver con el vídeo en el que renegó públicamente, y en tres idiomas, de las simpatías por Mussolini expresadas en su época de juventud. Sin embargo, mantiene lemas como “Dios, patria y familia”, además de posiciones ultraderechistas marcadas como el rechazo furibundo a la inmigración.

Lo que sí es «posfascista» es su habilidad en la utilización de herramientas de comunicación masivas. En campaña logró un impacto tremendo con su difusión de la secuencia de una violación para unir inmigración y delincuencia, y el domingo lo ha hecho al posar con dos melones. Obviamente ha tenido más difusión que la habitual imagen del voto: de hecho, no fue a las urnas hasta la última media hora, a las 22.35.

Meloni, de 45 años, ha hecho gala de su lenguaje directo y eficaz desde sus años de líder estudiantil en Roma. Militante en la derecha posfascista desde los 15 años, es miembro de la Cámara de Diputados desde 2006 y no ha tenido pelos en la lengua para criticar al Gobierno saliente de unidad liderado por el prestigioso economista Mario Draghi.

Su vertiginoso ascenso se debe en buena parte a que fue la única que se opuso por 18 meses al Ejecutivo de Draghi, lo que le ha favorecido para recoger el descontento ante la inflación, la guerra en Ucrania y las restricciones por la pandemia.

Un fenómeno más que asombroso, ya que en las legislativas de 2013 no llegó a obtener 2% de los votos.

En diez años, ha acaparado el descontento con las «órdenes» de la Unión Europea, así como las protestas por el alto costo de la vida y el futuro bloqueado de los jóvenes.

«Islamización» y «lobby gay»

En esa claridad dialéctica, enarbola su bagaje ideológico conservador y católico, nacionalista y centralista, y se presenta con un lema: “Dios, patria y familia”.

Sus prioridades, dice, son cerrar las fronteras para proteger a Italia de la «islamización» y renegociar los tratados europeos para que Roma recupere el control de su destino.

Otra de sus prioridades es luchar contra los «grupos de presión gay» y contra el «invierno demográfico» en uno de los países con más ancianos del mundo.

La líder del partido heredero del Movimiento Social Italiano (MSI), formación neofascista fundada después de la Segunda Guerra Mundial por los simpatizantes de Mussolini, aclaró en agosto su controvertida relación con fascismo.

«La derecha italiana ha relegado el fascismo a la historia de hace décadas, condenando sin ambigüedades la privación de la democracia y las infames leyes antijudías», señaló Meloni en un vídeo enviado en agosto en varias lenguas a los medios de comunicación extranjeros acreditados en Italia.

Sin embargo, el emblema de Fratelli d’Italia lleva la llama tricolor verde-blanco-roja, un símbolo inventado en 1946 por el grupo de veteranos fascistas que fundaron el MSI.

Varios medios han vuelto a transmitir en estos días el vídeo de cuando a los 19 años declaraba su admiración por Mussolini: «Para mí fue un buen político. Todo lo que hizo, lo hizo por Italia», decía.

«Soy italiana, soy cristiana»

Nacida en Roma el 15 de enero de 1977, empezó a militar desde la secundaria en asociaciones estudiantiles de extrema derecha, «mi segunda familia», confesó, mientras trabajaba como niñera o camarera.

En 1996 se convirtió en líder del sindicato Azione Studentesca, cuyo emblema era la Cruz Celta. En 2006 obtuvo la tarjeta de periodista. Ese mismo año fue elegida diputada y vicepresidenta de la Cámara de Representantes. Dos años más tarde, fue nombrada ministra de la Juventud en el Gobierno de Silvio Berlusconi.

Su juventud, su tenacidad y, su fuerte personalidad han conquistado las redes. Se volvió famoso su discurso en 2019 en que se definió así: «Soy Giorgia. Soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana. No me lo quitarán».

Muy celosa de su vida privada, es madre de una hija nacida en 2006 y convive sin casarse con el padre de la niña, un periodista de la televisión.