Ciencia para rescatar el pasado y dar luz al futuro
La Sociedad de Ciencias Aranzadi, un referente en la divulgación del conocimiento, cumple 75 años, y ayer dio inicio a los actos programados para conmemorar este aniversario con una recepción en su sede de Zorroaga, en Donostia, a la que asistió el lehendakari, Iñigo Urkullu, y otros tres consejeros y consejeras de su Gobierno.

«No hay futuro sin ciencia, ni pasado sin memoria». Con ese lema como sólido cimiento, Aranzadi cumple este 2022 tres cuartos de siglo sacando a la luz el conocimiento y compartiéndolo con la sociedad de la que forma parte.
La Sociedad de Ciencias nació en 1947 y tomó su nombre del antropólogo Telesforo Aranzadi, natural de Bergara y que había fallecido en Barcelona dos años antes. Su primera sede estuvo ubicada en el museo San Telmo. En 1977 se trasladó a las torres de Arbide, en Miramon, y ya en 1997, coincidiendo con sus bodas de oro, arribó al actual edificio, en Zorroaga. Siempre en Donostia.
Atravesada la entrada principal del vetusto edificio se ve a la izquierda la recepción y las oficinas, mientras que a la derecha hay una pequeña biblioteca. El pasillo sigue recto entre laboratorios, almacenes y una cocina-comedor.
Cerca, unas escaleras ascienden hasta la planta superior. Si se ignoran y se continúa adelante, un giro de noventa grados desemboca en Elosegi Aretoa, salón de actos bautizado con ese nombre en honor a Jesús Elosegi, uno de los fundadores.
En este espacio tuvo lugar el acto que ha dado el banderazo de salida de este 75 aniversario, y cuyos actos se prolongarán hasta la primavera del año que viene. Muestra de la importancia de la labor de Aranzadi es la presencia de buena parte del Gobierno de Lakua, encabezada por el lehendakari Iñigo Urkullu, a quien han acompañado el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria; la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia; y la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.
ALTXERRI, EKAIN, URDAIBAI BIRD CENTER…
El presidente de Aranzadi, Jokin Otamendi, enumeró algunos de los hitos de esta fructífera trayectoria, como los descubrimientos de las pinturas rupestres de Altxerri y Ekain, la publicación del Atlas Etnolingüístico de Euskal Herria, la puesta en marcha del centro ornitológico Urdaibai Bird Center, la publicación de su revista “Munibe”, el anillamiento de miles de aves… y por supuesto toda la labor de recuperación de la memoria histórica, con la exhumación de restos de víctimas de la Guerra de 1936 como bandera.
Porque a día de hoy esta es su actividad más reconocida de puertas afuera, gracias al antropólogo forense Paco Etxeberria y su equipo, pero Aranzadi cuenta también con departamentos de Arqueología, Astronomía, Botánica, Entomología, Espeleología, Etnografía, Geodesia, Geología, Herpetología, Micología y Ornitología. En total trabajan bajo su paraguas unos 150 investigadores e investigadoras, gran parte de las cuales han tomado parte en la foto de familia de este cumpleaños.
A la vicepresidenta Lourdes Herrasti, también antropóloga reconocida por su tarea de recuperación memorialista -sin ir más lejos, este lunes estaba en Jaca extrayendo los restos del galdakoztarra Pedro Asua-, le tocó hacer un discurso más prosaico, porque toda esta infraestructura requiere de un fuerte soporte económico para no venirse abajo.
«Seguimos necesitando el apoyo de las instituciones y del mecenazgo de iniciativas privadas», remarcó. Estamos hablando de un presupuesto superior a los siete millones de euros, según las cuentas de 2021, en el que las aportaciones de los alrededor de 2.000 socios individuales son el chocolate del loro.
REFORMA Y PROYECTO DE MUSEO
Herrasti apuntó que esos apoyos son esenciales para estabilizar su plantilla y retener el talento joven que sale de las universidades. Además, el edificio en el que se encuentran data de 1910 -en su origen fue una “residencia para pobres”- y «precisa de reformas urgentes para poder seguir trabajando en condiciones idóneas para la investigación científica».
Anunció asimismo que en el marco de esa remodelación se contempla habilitar una parte del edificio como museo divulgativo, abrir «una Casa de Ciencias» para dar a conocer el trabajo de Aranzadi y «compartir sus tesoros».
Por su parte, el lehendakari Urkullu felicitó a Aranzadi por la efeméride y destacó que su nacimiento se produjo en un contexto de posguerra, dificultades económicas y un gobierno autoritario, pero que a pesar de todos los obstáculos lleva siete décadas y media aportando conocimiento. «Sois el corazón de un sistema de divulgación, formáis parte del ADN de nuestro país».
El acto finalizó con la entrega al lehendakari por parte de Otamendi de una réplica a pequeña escala del monumento al musicólogo y etnógrafo Aita Donostia ubicado en el alto de Agiña, en la carretera que une Oiartzun y Lesaka. La escultura, encargada por Aranzadi, fue realizada en 1959 por Jorge Oteiza, y con el tiempo se convirtió en símbolo cultural y antifranquista.

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