El barco humanitario de SOS Méditerranée Ocean Viking, con 234 migrantes salvados en el Mediterráneo central hace 18 días, abandonó las aguas frente a Catania y puso ayer rumbo a Corsica tras el rechazo del Gobierno de Italia a que desembarcaran. Sí recibió permiso el Rise Above, de la ONG alemana Lifeline, que desembarcó en Reggio Calabria a sus 89 rescatados. Casi 500 personas siguen bloqueadas a la espera de un permiso que no llega.

El Ocean Viking, que no aceptó entrar en aguas italianas, es uno de los cuatro barcos que en los últimos días ha chocado con las nuevas trabas impuestas por el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, que no respondió a sus más de 30 peticiones de puerto.

El pequeño barco Rise Above atracó en la noche del lunes en el sur de Italia y pudo desembarcar a 89 migrantes rescatados tras recibir autorización. Cuatro de sus ocupantes ya habían sido evacuados por motivos médicos el domingo.

El Geo Barents, de MSF, con 572 inmigrantes, y el Humanity 1 de SOS Humanity, con 179, atracaron en Catania, donde siguen, pero no todos sus ocupantes pudieron bajar.

Esto ha llevado al barco vasco Aita Mari a aplazar «temporalmente» su próxima misión de rescate.

«Que se busquen la vida»

El catalán Marco Antonio Martínez, capitán del Rise Above, atendió a GARA para recordar que todavía hay casi 500 personas en otros barcos que no pueden desembarcar a sus pasajeros: «Las autoridades italianas les dicen a los capitanes que se vayan y se busquen la vida, y les amenazan con multas de 50.000 euros, pero no pueden irse con esa gente a alta mar».

Recuerda que Italia ha suscrito convenios internacionales contra las devoluciones en caliente. «Esto es lo que pasa cuando eres tolerante con los intolerantes», apunta en referencia al Ejecutivo de Roma.

El Rise Above volverá a zarpar en diciembre para otra misión de rescate. Su capitán denuncia que en esta última «nos hemos comido un marrón del copón, íbamos 95 personas en un barco con capacidad para 80. Se dio el aviso de que estaban a la deriva, pero no fue nadie a rescatarles».