Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «DECISION TO LEAVE»

Un noir intenso y deslumbrante

Park Chan-wook vuelve a sorprendernos con un ejercicio cinematográfico que, lejos de ser un sofisticado escaparate cinéfilo en sus constantes referencias al cine negro clásico y a la obra de Hitchcock, se descubre como un fascinante relato dramático descrito a través de una singular historia de amor.

El firmante de obras tan fundamentales como “Oldboy” (2003) y “Sympathy for Lady Vengeance” (2005), entre otras muchas, aborda la crónica sentimental de un curtido detective de policía (Park Hae-il) que no tarda en descubrirse obsesivo en su método de trabajo y poco dado al sueño y que, en el transcurso de una investigación relacionada con un presunto asesinato, se enamora de la viuda de la víctima y, por extensión, principal sospechosa de haber cometido el crimen.

En mitad de esta ruta se dan cita las pulsaciones de “Perdición” (1944) de Billy Wilder, la esencia hitchcockiana, lo mejor de la pericia técnica de Brian de Palma y la propia aportación del director coreano, el cual calibra al detalle cada una de las escenas a través de un pulso narrativo que no decae en momento alguno y una serie de recursos técnicos que dotan al conjunto de un gran atractivo visual.

Chan-wook ha vuelto a contar con un guion meticuloso coescrito junto a su colaboradora habitual, Jeong Seo-Gyeong, cuyo engranaje funciona dentro de los territorios del suspense y mediante un encadenado de secuencias tan sensuales como laberínticas. En sus entrañas, se puede decir que “Decision to Leave” es toda una lección de cómo desarrollar una trama de suspense y lo hace a través de recursos estilísticos que a ratos desconciertan al espectador. Ese punto de atrevimiento y riesgo por parte del director aumentan el atractivo de un thriller romántico, clásico y actual a la vez y de gran calado íntimo y emocional.