Mejorar los números de la primera vuelta con una mayor regularidad. Con ese objetivo, explicaba el lunes Iraia Iturregi, afronta el Athletic la segunda mitad del campeonato y a las primeras de cambio se encarece. Con pegada, confianza y autoridad, el Levante demostró en Lezama por qué le separa un abismo de las rojiblancas en la clasificación y se llevó la victoria con claridad aunque en la recta final se viera en algún apuro para mantener imbatido el arco de Tarazona.

El Athletic entró bien al partido pero mientras lanzaba puñetazos al aire, su rival le sacudió a la primera. En una jugada de estrategia en la que las rojiblancas perdieron de vista a quién y a la máxima goleadora de la Liga. El balón lo colocó Andonova para que Alba Redondo, sola en el punto de penalti, rematara el 0-1.

No supo reaccionar el equipo local ante un Levante cómodo y seguro. Mariasun Quiñones evitó que la brecha aumentara con dos buenas intervenciones ante Mayra, que volvó loca a Bibi, y Redondo.

El Athletic volvió mejor de vestuarios. Más intenso, con más ritmo y más vertical, al menos tanto como para ilusionarse con devolver las tablas al marcador. Pero como en la primera parte, el Levante acertó a la primera. Esta vez fue Tatiana Pinto la que aprovechó una asistencia de Mayra.

Se desinflaron las locales ante un rival que no necesitaba correr riesgos y no quiso hacer sangre. Reanimado con los cambios, el Athletic volvió a mirar a la portería contraria de cerca. Pero otra vez fueron las granotas las que golpearon, sentenciando en una contra.

La derrota, segunda consecutiva, coloca al Athletic en una situación parecida a la que tuvo que superar en el inicio de curso, cuando afrontó la parte más dura del calendario con solo los tres puntos de su triunfo inaugural ante el Sportung. Ahora, con una ventaja no lo suficientemente tranquilizadora sobre el descenso, completará la cuesta de enero enfrentándose todavía a Real Madrid, Granadilla y Atlético.

El Real Madrid testa la fortaleza de Ibaia

Algo más descansado que su rival, que el pasado jueves disputó 120 minutos de eliminatoria de Supercopa con el Barcelona, el Alavés regresa hoy a Ibaia (19.00, DAZN), donde ha ganado sus tres últimos partidos.

Una trayectoria que testa el Real Madrid, principal y casi único candidato, junto al Levante, a acompañar al Barcelona en la próxima Champions League. Precisamente los dos únicos equipos ante los que ha cedido algún punto en la primera vuelta.

Iñigo Juaristi admite la dificultad del choque pero aboga por «tener la ilusión de poder ganar a este tipo de rivales». El técnico cree que «hay que trabajar para que las ocasiones se den», «tratar de sorprender» a un rival que querrá dominar «y acertar». A.U.L.