Aritz INTXUSTA
IRUÑEA
CRISIS EN OSASUNBIDEA

Indurain modifica exclusividad por incompatibilidad en su nueva oferta

El conflicto entre la Consejería de Salud y el Sindicato Médico de Navarra se encona en vísperas del inicio de la huelga. Tras la negativa del viernes a su propuesta, Salud lanza otra oferta, donde la eliminación de la exclusividad queda matizada. Mientras, el resto de sindicatos de Osasunbidea celebran hoy una cita clave.

Alberto Pérez, secretario general del SMN, en la rueda de prensa.
Alberto Pérez, secretario general del SMN, en la rueda de prensa. (Aitor KARASATORRE | FOKU)

La huelga convocada por el Sindicato Médico de Navarra (SMN) sigue fijada para este miércoles. Esta tarde realizará una demostración de fuerza con una concentración en el paseo Sarasate, previo al inicio de su protesta. Las posturas de médicos y Gobierno parecen muy distantes, más alejadas incluso que lo que lo estaban semanas atrás. Ya ni siquiera la eliminación de la exclusividad, uno de los cuatro puntos que había fijado el SMN, parece cosa segura.

Mientras los portavoces del SMN explicaban a la prensa los motivos por los cuáles habían dicho que «no» a la oferta del viernes, sonaba en los móviles de los periodistas una convocatoria en Sala de Prensa para dar a conocer una propuesta nueva. «También nuestro teléfono estaba sonando, no hemos querido coger», se excusó Alberto Pérez, secretario general de este sindicato.

Carlos Artundo, director general de Salud, fijó la postura actual de la Consejería, con cambios relevantes. El principal afecta al tema más polémico: la eliminación de la exclusividad. La exclusividad es un plus salarial que perciben los médicos, que eleva su salario base aproximadamente en un 50%, a cambio de que trabajen solo para Osasunbidea. El SMN quiere que se elimine, pero sin merma en sueldo.

Hasta la tarde de ayer, lo que se barajaba era una eliminación completa de este requisit. Seguirían cobrando el plus, pero podrían trabajar para otros, como ocurre en Osakidetza y en el resto de las comunidades autonómicas, salvo en Asturias y Nafarroa. La Consejería de Salud solo mostraba resistencias para las jefaturas, donde el conflicto de competencias resulta todavía más acusado. Artundo explicó que esta eliminación tiene ahora letra pequeña. Siguen abriéndose a quitar la exclusividad, pero hablan ahora de incluir un concepto nuevo: incompatibilidad.

«Proponemos eliminar la exclusividad, pero manteniendo la incompatibilidad. Ahora mismo, los médicos en Navarra en régimen de exclusividad solo pueden realizar fuera del horario laboral, lógicamente, actividades de docencia, investigación y administración del patrimonio familiar. Con el cambio que proponemos ahora de eliminar la exclusividad, pero manteniendo la incompatibilidad, podrían desarrollar cualquier tipo de actividad privada, por ejemplo de consultoría, montar una start-up, emprendimiento, una tienda, un restaurante, con excepción de la de médico que desempeña en el sector público», leyó Artundo.

La eliminación de la exclusividad requiere de un acuerdo parlamentario, no basta con que lo pacte el Ejecutivo con este sindicato. El PSN tenía votos para la eliminación completa -que es la que exige el SMN, cuya máxima es que «a igual trabajo, igual remuneración»-, dado que Navarra Suma estaba dispuesto a apoyarle. Sin embargo, con estos cambios de última hora, no está tan claro que los de Javier Esparza le vayan a respaldar. Y, por otro lado, es dudoso que sus actuales socios se dejen convencer para que se abra esta nueva gatera.

Hasta la fecha, todos han sido tajantes en que la exclusividad no se debe tocar. La Plataforma Navarra de Salud y la Asociación en Defensa de la Salud también han salido en defensa de la exclusividad como herramienta para fortalecer la sanidad pública y evitar conflictos de intereses. Geroa Bai, que en un principio era más posibilista, ahora cierra filas en defensa de la exclusividad. Sobre todo, después que en el Parlamento de Gasteiz se vaya a tramitar la reimplantación de la medida, tras comprobarse que la decisión de quitar la exclusividad no dio los beneficios esperados.

El resto de demandas

En lo referente a otras de las reivindicaciones, en poco ha cambiado la última oferta respecto a la ya conocida el viernes. El Departamento insiste en la aplicación del incremento de 400 euros mensuales a los facultativos, limita a 32 el número máximo de atenciones al día (con una duración de 12 minutos), refuerza la entrada de profesionales en Atención Primaria y aumenta el pago de las tutorías y guardias en todos los niveles asistenciales.

Al no haber en esto grandes cambios, las explicaciones del SMN previas a conocerse la última oferta siguen sirviendo. A este sindicato, la subida se le queda corta. Demanda un incremento salarial de 500 euros mensuales este año y otros 500, el siguiente.

Además, Pérez insistió en que esta subida de la parte del salario que es fija, viene condicionada por la revisión de algunos de los conceptos variables. «No vamos a tolerar que lo que se nos da por un lado, se nos quite por el otro», aseguró.

Sobre la cantidad de consultas y el tiempo para cada una de ellas, el SMN no ve mejoría sobre lo que ya firmó con el Gobierno cuando puso fin a la huelga de 2019, que duró nueve meses. Entonces, el máximo de pacientes diarios que veía un médico -según aclaró el portavoz del SMN- se fijó en 30. La ratio, por tanto, habría empeorado ligeramente.

El Ejecutivo sí que accede en la oferta conocida ayer a que los médicos tuvieran la última palabra a la hora de atender a pacientes fuera de la agenda, salvo caso de urgencia vital. Y este es otro de los objetivos médicos que había fijado el sindicato para la convocatoria de la huelga.

En lo que respecta a un refuerzo sustancial de la Atención Primaria, ahora que las listas de espera están llegando a cotas desconocidas, esto sigue sin llegar. Hay promesas de desburocratización del trabajo, de empoderamiento de otros estamentos de la sanidad pública para que puedan descargar de trabajo al médico, pero todo muy inconcreto todavía.

Y no hay que obviar que, en la trastienda de todo esto, existe una segunda movilización latente en el colectivo sanitario. El SMN es, y a así se está demostrando en sus demandas, un sindicato busca mejoras para el colectivo médico, que son unos 2.300 trabajadores de los más de 13.000 que tiene Osasunbidea. &discReturn;

El resto de centrales tienen convocada para esta mañana un encuentro de la Intersindical de Salud. Según ha tenido conocimiento este periódico, hay sindicatos muy descontentos con el devenir de estas negociaciones, de que solo se hable de médicos, cuando el problema es general. No es descartable, por tanto, que de esa reunión nazcan protestas más amplias.