Van der Poel ganó el primer Monumento de la temporada al imponerse en “La Classicissima” de la Milán-San Remo. El neerlandés, que atacó a falta de 7 kilómetros, entró en meta en solitario, con cinco segundos de ventaja al grupo de tres corredores formado por Ganna, Van Aert y Pogacar, que se lo jugaron al esprint el segundo puesto que finalmente fue para el italiano. Pogacar, que fue el que firmó el primer ataque tras la inagotable ayuda de su compañero de equipo Tim Wellens para cortar el pelotón y después abrir brecha con el grupo de perseguidores, fue cuarto.

«No podía imaginar un escenario mejor. Quería atacar al final de Poggio. Es una carrera que realmente quería ganar. La forma en que lo hice superó mis expectativas», dijo el corredor de Alpecin, que emuló a su abuelo Raymond Poulidor, ganador de la clásica italiana en 1961.

Álex Aranburu llegó a meta en 26º lugar, a 32 segundos del ganador. Pello Bilbao, por su parte, entró más rezagado. El de Gernika terminó en 43º puesto, a 58 segundos del neerlandés.