Ion SALGADO
GASTEIZ
DEBATE EN EL PARLAMENTO DE GASTEIZ

Pacto para impulsar un SMI acorde a la realidad socioeconómica de la CAV

PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU instaron ayer al Gobierno de Lakua a impulsar, «siempre desde el respeto a la autonomía de los agentes sociales», un Acuerdo Interprofesional que «recoja un salario mínimo de negociación colectiva que se corresponda con la realidad socieconómica» de la CAV. De acuerdo a la Carta Social Europea, debería ser de 1.400 euros.

Ekain Rico (PSE), junto a Arkaitz Rodríguez (EH Bildu), en la Cámara de Gasteiz.
Ekain Rico (PSE), junto a Arkaitz Rodríguez (EH Bildu), en la Cámara de Gasteiz. (Raul BOGAJO | FOKU)

El Parlamento de Gasteiz instó ayer al Gobierno de Iñigo Urkullu a promover, desde el «respeto» a la autonomía de los agentes sociales y a la negociación colectiva, un Acuerdo Interprofesional que recoja un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que se corresponda a la realidad de la CAV.

Así lo recoge una enmienda de transacción firmada por PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU, en la que se reconoce la importancia del incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), «que beneficia directamente a más de 500.000 trabajadores y trabajadoras de Euskadi».

«En cualquier caso, habida cuenta de nuestra realidad socioeconómica, y siempre desde el respeto a la negociación colectiva», la Cámara autonómica manifiesta «la conveniencia de que sindicatos y patronal acuerden en el marco del Acuerdo Interprofesional un salario mínimo de negociación colectiva en Euskadi en base a la realidad socieconómica del País Vasco».

Y pide al Ejecutivo de Lakua que adopte «una actitud proactiva para la adopción de las medidas necesarias para avanzar en este compromiso y, con ello, defender y fomentar en todos los marcos de empleo y diálogo social la mejora de los salarios y de las condiciones laborales de los y las trabajadoras de Euskadi».

Iniciativa de EH Bildu

La enmienda nace de una iniciativa presentada por EH Bildu, que, por boca de Arkaitz Rodríguez, puso en valor «un acuerdo inédito. Un acuerdo importante, pues es la primera vez que el Parlamento Vasco se posiciona de forma tan clara y tan mayoritaria a favor de un salario mínimo acorde a la realidad socioeconómica de nuestro pueblo».

«A la unanimidad sindical y a la amplia mayoría social favorable a esta demanda, se les suma una amplísima mayoría política, mimbres que deberían resultar suficientes para materializarla lo antes posible», añadió, incidiendo en que el acuerdo «interpela a las partes, luego a la patronal, a sentarse a la mesa y negociar. Porque es la patronal la que, al menos hasta el momento, no ha querido ni oír hablar».

«Y aquí quiero ser claro: es inaceptable que la patronal esté acumulando beneficios, en algunos casos históricos, y, al mismo tiempo, se niegue a subir el salario mínimo en particular y los salarios en general», aseveró antes de señalar que «esta crisis no la pueden pagar los de siempre».

En este sentido, dijo que «las necesarias transiciones, la energética, la digital... las colosales transformaciones que va a haber que abordar los próximos años, no pueden ser financiadas a expensas de las de siempre. Ya es hora de que aquellos que tantas veces han hablado de la necesidad de arrimar el hombro y apretarse el cinturón, se aprieten el cinturón y arrimen el hombro, siquiera por una vez».

Además, saludó que el acuerdo «muestra y prefigura el papel que debe desempeñar la administración pública en este tiempo de zozobra, crisis e incertidumbre». «Lo he dicho en alguna ocasión: a falta de soberanía, liderazgo político», apuntó en alusión a la falta de competencias en material laboral.

«El hecho de no ser soberanos ni contar con plenas competencias en materia sociolaboral conlleva unas peores condiciones laborales y de vida», manifestó, defendiendo un SMI de 1.400 euros mensuales, siguiendo las recomendaciones de la Carta Social Europea, que propone un salario mínimo equivalente al 60% del salario medio.

«Necesitamos todas las competencias para poder establecer un SMI que responda a nuestra realidad -añadió-, porque la soberanía, el tener plenas competencias, no solo en materia sociolaboral, sino en todas las materias, tiene que ver, y mucho, con las cosas de comer. Tiene que ver con poder tener mejores salarios, mejores pensiones, mejores prestaciones... Tiene que ver, en definitiva, con un mayor bienestar».

Acuerdo entre diferentes

El parlamentario del PNV, Jon Aiartza, defendió la asunción de la competencia en materia laboral por parte de la CAV, pero advirtió de que es una materia «compleja». «No es todo tan simple», indicó, tras señalar que existen «antecedentes», en alusión a acuerdos parlamentarios y presupuestarios en los que se reclama una mejora de los salarios.

No obstante, reconoció que el de ayer fue «un buen día, porque hemos acordado una herramienta sobre salarios mínimos», supeditada a la negociación colectiva. «Lo importante no es solo el contenido, sino el respeto a la negociación colectiva», señaló.

Ekain Rico, del PSE, puso en valor el acuerdo entre diferentes, buscando «soluciones reales a problemas reales». Y, si bien defendió que el SMI continúe siendo competencia del Gobierno español, remarcó que «si hay una coincidencia política tan importante, debemos explorar lo que podemos hacer».

Desde Elkarrekin Podemos-IU, Jon Hernández saludó «un buen acuerdo», un pacto «necesario», y advirtió de que en la CAV «no tenemos un salario mínimo, porque hay un obstáculo principal, que es la patronal vasca».

«Es el muro para evitar que hoy Euskadi tenga unos salarios más acordes a la realidad socioeconómica de nuestro país», subrayó, recordando que los «beneficios empresariales crecen por encima de los costes de producción de las empresas. Los capitalistas están ganando a costa de la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores».

Derecha española, en contra

Laura Garrido, parlamentaria de la coalición formada por PP y Ciudadanos, censuró un acuerdo «declarativo, voluntarista y propagandístico». «Mi grupo no va a avalar una iniciativa que pretende criminalizar a los empresarios», anunció, y cargó contra los y las trabajadoras y contra los sindicatos al asegurar que el principal problema para la competitividad son las «altas tasas» de absentismo y la «conflictividad laboral». Además, volvió a reclamar una bajada de impuestos y puso como ejemplo el modelo de Díaz Ayuso.

La única representante de Vox, Amaia Martínez, no intervino en el debate.

LABen txaloak eta ELAren txistuak

Sindikatu handien erantzuna oso ezberdina izan zen. LABek positiboki baloratu zuen EAEn lanbidearteko gutxieneko soldata propioa bultzatzearen inguruan Gasteizko Parlamentuak hartutako konpromisoa; ELAk, ordea, gogor kritikatu zuen.

Oihana Lopetegi LAB sindikatuko Ekintza Sindikala eta Negoziazio Kolektiboko arduradunak adierazi zuenez, «urrats garrantzitsua» izan zen atzokoa «Lan Harremanen Euskal Esparruari bultzada emateko balio dezakeelako, eta Estatuaren menpekoa izango ez den akordio bat erdiesteko aukera emango lukeelako».

«Bertako errealitateari erantzungo dion Lanbidearteko Akordio bat bultzatzeko behartzen duelako Eusko Jaurlaritza, eta horrekin Confebask bera interpelatzen duelako 1.400 euroko gutxieneko soldata ezarriko duen akordio bat sinatzera», nabarmendu zuen.

Zentzu honetan, Lopetegik gutxieneko soldata propioaren bidean lan egiten segitzeko asmoa berretsi zuen, eta Enplegu Sailari nahiz Confebaski bilera eskatuko die gaia jorratzeko. «Eta orain arte bezala, lantokietan eta kalean ere borrokak pizten eta elikatzen jarraituko dugu, horrela lortuko baitugu patronala bere posiziotik mugiaraztea», esan zuen.

ELAren esanetan, ordea, «EAJk, EH Bilduk, PSE-EEk eta Elkarrekin Ahal Duguk sinatutako legez besteko proposamenak uko egiten dio gutxieneko soldataren eskuduntza exijitzeari, eta erabat inkoherentea da adierazpenaren sinatzaileek hartzen dituzten erabakiekin».

«Lau alderdiek adostutako legez besteko proposamena erabat propagandistikoa da. Adierazpen hau inkoherentea da sinatzaileek egunerokoan egiten dutenarekin, uko egiten diotelako patronalari aurre egiteari, eta hauteskundeen aurretik beren burua zuritzea beste helbururik ez du. Legezko inongo obligaziorik sortzen ez duen adierazpen bat sinatu dute, ondorio praktikoak dituzten erabakiak hartzeari uko egiten dioten bitartean», esan zuen, eta 1.400 euroko gutxieneko soldata ezar dadin borrokatzen jarraituko duela iragarri zuen. I.S.