Imanol INTZIARTE
DONOSTIA
CULTURA E INNOVACIÓN

Alemania elige Tabakalera para combinar arte, ciencia y tecnología

El centro cultural donostiarra Tabakalera es uno de los cinco espacios seleccionados en toda Europa por el Ministerio de Cultura del Gobierno de Berlín para formar parte del programa Circe, lo que avala una trayectoria de combinación de diversas disciplinas que se inició en 2020. Cuenta para este año con una dotación económica de 300.000 euros y se abordarán cuatro proyectos.

Presentación en Tabakalera del programa Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad.
Presentación en Tabakalera del programa Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad. (Gorka RUBIO | FOKU)

Tabakalera comenzó en 2020 una singladura para aunar el arte con otras ramas como la ciencia o la tecnología. La premisa era que «el proceso de investigación y creación conjunta no solo tiene un gran impacto en la obra de arte, sino también en términos de creatividad e innovación en el ámbito científico y tecnológico, debido a su capacidad para la creación de nuevas perspectivas y el planteamiento de escenarios que van más allá de lo técnico».

El primer fruto fue ‘Supraspectives’, en septiembre de 2020, una instalación audiovisual de los artistas alemanes Juliane Götz y Sebastian Neitsch, desarrollada con los astrofísicos Silvia Bonoli y Raúl Angulo, del Donostia International Physics Center.

Aquello fue solo el pistoletazo de salida. Los proyectos han seguido, y así es como el Gobierno alemán se fijó en Tabakalera para incluirlo en su programa Circe (Creative Impact Research Centre Europe), que se presenta como «un grupo de reflexión europeo para abordar el apoyo a las industrias culturales y creativas y reforzar su impacto».

Para tomar parte en este programa, además de Tabakalera, han sido seleccionados otros cuatro centros: el u-Institut de Berlín (Alemania), la Universidad de la City de Londres (Inglaterra), Garage48 de Tallin (Estonia) y Centre for Creative Economies (ZCCE) de Zúrich (Suiza).

La socióloga Teresa Koloma, profesora de la Universidad de Hamburgo, indicó ayer en nombre de Circe que «queremos reforzar las prácticas artísticas en estos tiempos de crisis. Las prácticas culturales son decisivas en tiempos de crisis, tiempos en los que ya no podemos seguir haciendo igual las cosas. Los artistas son expertos en investigar nuevas vías». Esta colaboración tiene una dotación económica de 300.000 euros, que aportará el Ministerio alemán de Cultura procedentes de fondos europeos.

CUATRO PROYECTOS

Ricardo Díez, director del Donostia International Physics Center (DIPC), apuntó que su centro es uno de los socios más veteranos de Tabakalera en este programa y que en 2023 llevarán a cabo su tercer proyecto conjunto, bautizado como Future Storage, que buscará «analizar los impactos del almacenamiento de datos» y cómo «transformarlos primero en conocimiento y luego en sabiduría». Será llevado a cabo por la arquitecta Marina Otero, en colaboración con la Universidad de Harvard y el ingeniero de la NASA Eduardo Bendek.

Para resaltar la importancia de este ámbito, Díez recordó que la semana pasada el gigante informático IBM anunció la elección de Donostia para la instalación de su sexto ordenador cuántico en todo el mundo.

El centro Tekniker, de Eibar, también afrontará su tercer proyecto con Tabakalera. Su director general, Luis Uriarte, explicó que estará centrado en «la interacción entre el ser humano y los robots, en las máquinas de soporte corporal como los exoesqueletos, y la relación de confianza que se ha de generar con sus personas usuarias». Desarrollado por la artista Amaia Vicente y los investigadores de Tekniker, el proyecto consistirá en «una interfaz multisensorial que permita mejorar la interacción entre estos robots y las personas usuarias».

Manuela Ruzzoli, investigadora del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL), habló de la «violación de la expectativa», ya que «el cerebro hace previsiones constantemente y genera una respuesta» ante lo que cree que va a suceder. El reto será crear un algoritmo para romper con ello desde un punto de vista artístico y sorprender al espectador con lo inesperado.

DEBUT DEL BCC INNOVATION

El que debuta en esta colaboración entre arte y ciencia es el centro tecnológico del Basque Culinary Center, BCC Innovation. Su directora, Begoña Rodríguez, indicó que el proyecto Food Fictions tratará de «imaginar la comida del futuro y sus implicaciones culturales, medioambientales y sociales. Será un maridaje distinto al que estamos acostumbrados».

Al margen de estos cuatro proyectos, en junio tendrá lugar en Tabakalera el encuentro anual de miembros de Circe, en el que se darán cita los máximos representantes de los cinco laboratorios de investigación europeos seleccionados -entre ellos estará Edurne Ormazabal, directora de Tabakalera-, además de los miembros del consejo asesor general de este proyecto.